El Ayuntamiento de Villava ofrece un servicio de jubiloteca a dieciséis mayores realizando una labor maravillosa con ellos. Es el único servicio de este tipo en la localidad.
Pero, ¿qué ha pasado ahora? Que los criterios con los que accedieron los dieciséis abuelos y abuelas ya no valen ¿por qué? Porque, según el Gobierno municipal, si no obtienen la subvención del Gobierno de Navarra, la jubiloteca no puede seguir adelante. Si para cumplir los requisitos de la convocatoria de la subvención hay que echar a los mayores que participan, disfrutan, comparten, socializan, aprenden, recuerdan… Les da exactamente igual. ¿No hay otro sitio del que sacar dinero? ¿No hay otra subvención a la que agarrarse? ¿Es tan elevado el coste de este servicio? Parece que los abuelos no merecen el esfuerzo de luchar por ellos.
El pasado 2 de julio el ayuntamiento me comunicó que mi madre debía salir del servicio por su dependencia severa, la misma que ya tenía cuando entró. Después de dos años y medio con las mismas personas, participando igual, feliz y con un informe de un geriatra de la Seguridad Social que respaldaba lo contraproducente de su salida, la quieren excluir.
El ayuntamiento ha repartido ahora formularios para evaluar la dependencia del resto de usuarios con el fin de hacer una limpia para la dichosa subvención motivándolo de otra manera. La criba continuará y los más dependientes y vulnerables serán los próximos perjudicados, aunque estén felices en su colegio de diez a una. Si las leyes perjudican a quienes deberían proteger, ¿no sería más humano adaptarlas a las necesidades reales de las personas?
En resumen, el Gobierno de Navarra subvenciona jubilotecas para personas que no las necesitan y los ayuntamientos marginan a los mayores con sus deshumanizadas decisiones.
Lo que me ha pasado a mí no es un caso aislado. En otros ayuntamientos han sido expulsados abuelos por el mismo motivo. En silencio. Espero que en otros sitios no se haya consentido, en Villava, sí. Si están en esta misma situación, ¡anímense a contarlo! Nuestros mayores se merecen algo mejor.