¿Quién cuida a quienes nos cuidan?
Como estudiante de Enfermería en la Universidad de Navarra quiero expresar una preocupación que, como futura profesional, me resulta imposible ignorar: la falta de enfermeras, y cómo esta situación afecta tanto a los profesionales como a los pacientes.
Relacionadas
Durante mi formación y prácticas clínicas he podido ver cómo las enfermeras trabajan con plantillas insuficientes, bajo una presión constante y haciendo frente a turnos interminables. Aun así, siguen cuidando, siguen sonriendo y sosteniendo el sistema con una vocación que a menudo se da por sentada. Pero el esfuerzo individual no puede seguir siendo el remedio a un problema estructural.
Esta sobrecarga repercute directamente en la atención que se ofrece, que muchas veces se vuelve apresurada, impersonal y centrada solamente en lo urgente. La enfermería no consiste únicamente en realizar procedimientos, sino también en acompañar, escuchar y cuidar con empatía. Cuando no hay tiempo, ni recursos, el cuidado humano -ese que marca la diferencia- se pierde. Y eso duele: a quien cuida y a quien es cuidado.
Denuncian la falta de refuerzos de enfermeras para la vacunación en Navarra
Me preocupa que esta realidad se normalice. Cuidar bien no debería depender del sobreesfuerzo individual de cada profesional, sino de un sistema que garantice condiciones dignas y suficientes para ejercer esta labor con la calidad que merece cada persona.
Como futura enfermera, defiendo una profesión que quiere y puede ofrecer mucho más, pero que necesita apoyo real para hacerlo. Invertir en enfermería no es un gasto: es una inversión en salud, dignidad y futuro, que nos beneficia a todos, porque todos en alguna ocasión seremos pacientes.
*Estudiante de 4.º curso de Enfermería, Universidad de Navarra