Tragedia en la carpa universitaria

Lo que pasó en Pamplona durante la celebración de la carpa ha dejado a toda la ciudad con el corazón encogido. Una chica violada brutalmente, una vida rota, y una sociedad que vuelve a temblar de rabia y de impotencia. Cuesta encontrar palabras para algo así. No debería volver a pasar. Nunca.

Pero lo que también da miedo es ver cómo hay quienes intentan sacar provecho del dolor. Que VOX anuncie su visita a Pamplona justo después de esta tragedia no parece casualidad. No vienen a ayudar a la víctima, vienen a aprovecharse de su sufrimiento para reforzar un discurso que enfrenta a la gente, que culpa a colectivos enteros y que siembra odio.

Sea quien sea el culpable, debe ser condenado. Punto. No podemos permitir que estas cosas sigan ocurriendo mientras nos distraen con discursos vacíos. Necesitamos sentirnos seguras, y eso solo se consigue con una sociedad que proteja de verdad, que actúe, que no mire hacia otro lado.

Ojalá sepamos mirar esta tragedia con humanidad, sin convertirla en un arma política. Porque cuando el odio habla más alto que el dolor, todas perdemos.