es habitual que los viajeros pierdan la villavesa, pero que la villavesa pierda viajeros es preocupante. Algo no funciona a pesar del empeño que se pone en fomentar el transporte público en la comarca de Pamplona. El balance presentado por la Mancomunidad hace unas semanas mostraba los datos de utilización del servicio durante los últimos meses y en él se reflejaba la pérdida de 1,6 millones de viajeros, la mayoría de ellos, 1,2 millones, en las líneas antiguas como la 3, 4, 7, 12 y 16.
El 22 de febrero escuché en Euskalerria Irratia una entrevista muy interesante con respecto a este tema. (Este documento sonoro está accesible en la página web de dicha emisora: www.euskalerriairratia.com, una web fantástica, dicho sea de paso). En ella, un profesor de matemáticas de la UPNA analizaba la situación de nuestro sistema de transporte urbano y llegaba a la conclusión de que era necesario un cambio radical y profundo, algo que no se menciona ni de lejos en el plan 2010, ahora vigente. Este plan señala entre los cambios principales para este año la prolongación de algunas líneas, la instalación del Sistema de Ayuda a la Explotación e Información (SAEI) o la implantación de un sistema de información mediante mensajes a móviles o direcciones de correo electrónico.
Entre tanto, seguimos con una red anticuada en la que los itinerarios pasan, en su mayoría, por el centro de la ciudad cuando hoy en día hay mucha gente se mueve principalmente por la periferia. El escaso uso de las nuevas rondas, el tránsito por calles estrechas, los giros vertiginosos, las obligadas paradas en semáforos?todo son cuestiones que habría que replantear bajo el prisma de la optimización de recursos. Ésta es la idea que lanzaba el entrevistado, es más, proponía que, por ejemplo, fuesen alumnos universitarios los encargados de realizar el proyecto. En otras ciudades se ha hecho: los horarios del Metro de Bilbao fueron diseñados por los alumnos de la Facultad de Matemáticas de Lejona, por ejemplo. Y además no saldría muy caro, ¿no?