Y todavía se ven turistas haciéndose fotos en el callejón o recorriendola Estafeta mirando a todas partes buscando ese "algo especial"en el santuario del encierro.
Es evidente que aquí en Pamplona la oferta turística se centraexcesivamente en los sanfermines. Se publicita a los cuatro vientosuna fiesta imparable que derrocha alcohol, adrenalina, testosteronay pis, y da la impresión de que el resto del año vivimos contandolas horas y los minutos que nos faltan hasta que explote el siguientechupinazo. Una eterna espera como la del reloj de Kukuxumusu.Ese macrobotellón, con visto bueno de la autoridad, hace de lanuestra una ciudad que espera y desespera.
Por su parte el desembolso del Gobierno para promocionar la marcaturística Reyno de Navarra fue en 2010 de 1,3 millones de euros,casi la mitad de lo que invirtió en publicidad institucionaldurante todo el año. (Por cierto, que parte de ese dinero fuedestinado a inserciones publicitarias en medios locales, comoCanal 4 Navarra, Canal 6 Navarra y Popular TV Navarra, empresasque además recibieron una subvención de un millón de euros cadauna, de las arcas públicas.)
A pesar de todo ello el turismo sigue sin ser un plato destacablede nuestra economía. En otros lugares la época estival sueleser sinónimo de aumento del empleo. En el Reyno no. El númerode desempleados al finalizar el mes de julio aumentó en 44 conrelación al mes anterior, rompiendo la buena tendencia de losseis meses anteriores en los que el paro había descendido en1.267 personas.