Al PP no le ha gustado el auto del juez Pedraz sobre la no inculpación de los promotores del 25-S por intentar derribar no sé si al sistema o a la patria, o a las dos cosas, que es mucho derribar, de modo que su portavoz ha insultado al juez, pues en el tiempo del insulto y en del desprecio vivimos, llamándole "pijo ácrata"... Para arreglar el desaguisado, el portavoz pepero ha dicho que no es que lo sea, sino que lo parece, y se enroca, tozudo, en una explicación que quiere pasar por excusa, pero viene a ser un insulto (de bajo perfil) redoblado.
El insulto (de bajo perfil insisto) me ha recordado el nombre de un personaje de nuestra literatura, el Pijoaparte, de Juan Marsé, el que acuñó la expresión jijelife, a la que pertenecen las parásitas sociales que a la sombra del Gobierno foral empollan el huevo de su botín, ocupando puestos de adorno carentes de contenido alguno a los que no les llegan los recortes. Pijoapartes, jifelifes, pelotazos...
La derecha reclama para sí un margen de libertad de expresión que no concederá jamás a sus adversarios políticos, bueno, a sus enemigos, porque hace tiempo que dejamos de ser lo primero y somos lo segundo de manera me temo que irremediable. Las burlas zafias de una concejala de UPN sobre el cáncer que ha padecido Uxue Barkos son de una bajeza moral que solo el sectarismo social que practica el PP con las instituciones puede hacer pasar por libertad de expresión. O leí mal o hasta el fiscal se mostró reacio a actuar contra la concejala a la que el cáncer le parece cosa de broma, algo para sacarse bajas laborales fraudulentas.
La libertad de expresión funciona en un solo sentido, en el que le conviene a quien tiene la fuerza. Piden libertad de expresión para los de su cuerda y quieren recortar el derecho de manifestación al resto porque les parece demasiado derecho y demasiado manifestarse. Madrid es un manifestódromo, dice la Botella. Esto me recuerda cuando, al igual que los obispos, el PP amenazó con una campaña de desobediencia civil. Pruebe usted a hacer lo mismo y verá lo que pasa. Así con todo. Ellos... y nosotros. Sin remedio ni misericordia.
Por su parte, una especie de Berlusconi gallego que le ha salido al PP y que ha dicho que las leyes están como las mujeres, para violarlas, ha tenido que pedir perdón (uno de esos perdones que deberían estar penados) porque cómo va a pensar él eso, de verdad, si es "un devoto de las mujeres"... Hasta la frase es grotesca y hace pensar en una cosa de "caballeros españoles" casposos. Perdón ritual y dimisión de la canonjía de la que disfrutaba. Pensar de verdad y pensar de mentirijillas. No les traiciona el subconsciente, les traiciona la boca en cuanto se sacan el puro. Son tal cual, igual a sí mismos. Las leyes y las sentencias judiciales y en consecuencia el respeto que tenemos a la judicatura depende de si nos benefician sus resoluciones o no. Ese es su mensaje. ¿Y exigen que creamos en las instituciones? Me parece demasiado exigir.
Mientras tanto, Soledad Becerril, salida de un anonimato que muchos han creído era un manicomio o un asilo, dijo que se podía actuar contra el juez Pedraz de oficio en el asunto de la absolución de los convocantes del 25-S; y la gallera ha estallado en carcajadas. No estaría mal que pasara de las amenazas a los hechos porque contribuiría a remachar el desprestigio de las instituciones y del gobierno.
Por mi parte elogiaría el auto del juez Pedraz que puso en libertad a los acusados de convocar el 25-S e intentar llevarse por delante el sistema, si estuviese seguro de que remamos en el mismo barco, pero no lo estoy. Me parece una buena medida, sin más. Pero insuficiente porque quedan pendientes los abusos policiales y los derechos civiles burlados a las defensas de los detenidos, la investigación sobre si se han fabricado pruebas inculpatorias, la dolosa actuación policial hurtando la identificación para poder practicar abusos de manera impune, queda gente en la cárcel sin juicio, de manera preventiva... quedan pendientes demasiados asuntos, relacionados o no con el 25-S.
Yo no veo que se vaya a actuar más allá de la burla de la investigación oficial, que en eso da, siempre, sin excepción. Burla, jerigonza y galimatías de Manolita Chen es la del mando policial que habla de "amenazas transversales emergentes". Antes tenían el terrorismo, ahora las "amenazas transversales emergentes", para lo que condecoran a la Virgen del Pilar que acabará de patrona de Eurovegas. ¿Por qué no?
Y a propósito de carcajadas: las que hemos pegado cuando la Barcina ha dicho que estamos a niveles de bienestar del año 2006. Hace falta cinismo o desvergüenza. Si se refiere a los parásitos sociales que la apoyan y a su sombra crecen, no me cabe duda de que ellos están a ese nivel, redoblado, pero por lo que se refiere a los demás, estamos viviendo mucho peor que hace seis años, porque nos falla el trabajo, los pagos, las oportunidades, todo, no porque nos estemos tocando las narices. Nos falla el trabajo que ella y los suyos son incapaces de crear, por eso se lo pide o hace como que se lo pide, porque viene en el guion, a la virgen en un acto político-religioso que resulta grotesco. ¿Estamos en un Estado aconfesional o no estamos? No estamos. Es tiempo de desprecio y de rogativas, o de pamemas. Pero como son incapaces de ver lo que pasa en otra casta que no sea la suya, pues no se enteran. Tener o no tener trabajo, esa y no otra es la cuestión. Y del cielo no va a bajar. Antes bajarán los marcianos. Pero ella está a otras, con su ático y su ilimitada ambición política por la que es capaz de vender el alma al diablo y a Navarra con sus chapelas y sus fueros y hasta sus jotas. Por eso De Guindos, en Londres, se echa las manos a la cabeza cuando el público primero estalla en carcajadas y acto seguido le abuchea y le arma bronca. ¿Que no necesitamos rescate? Ya veremos lo que pasa después de las elecciones autonómicas. Tenemos las sorpresas chungas aseguradas.