Ya sé que no soy nada original y que estaréis hasta el moño de mensajitos, whatsapps y demás zarandajas, pero parece que es lo que toca en estos días, y bueno, tampoco está tan mal que te deseen cosas buenas aunque la mayoría de las veces sea puro marketing y quedabien. Por encima de todo os deseo salud, porque en el momento en el que la enfermedad se cuela en tu vida, sin pedir permiso y sin avisar, atacándote a ti o a alguien de los que tienes al lado, todo cambia. Lo demás queda irremediablemente en un segundo plano y, aun así, tienes que seguir luchando en las mil batallas de siempre.

Espero que tengáis trabajo con sueldo, o sueldo sin trabajo o una pensión digna o una prestación duradera o lo que sea. Vamos, que no os falte lo mínimo para habitar en este mundo y, si es con un poco de tranquilidad, mejor. Con el estómago vacío la mayor preocupación es llenarlo. La filosofía, la cultura, el arte todo eso que nos hace diferentes de los otros animales sólo tiene lugar después de atender las necesidades básicas. Os deseo que estéis bien con la gente y con vosotras mismas-os. Un poco de paciencia con los portazos, los taconeos, los gritos y el home-cinema de los vecinos, con los críos que no se quieren ir a dormir, con el jefe, con el bobo del coche de al lado, con la contraria y el contrario, con la familia natural y la política Vamos a tratarnos un poco mejor, que la vida son cuatro días.

Y para terminar os deseo que tengáis y tengamos un año lleno de información. Que podamos saber lo que está pasando realmente a nuestro alrededor para que podamos intentar cambiar lo que no nos gusta. Que los medios de comunicación podamos trabajar sin cortapisas legales, sin censura, con menos agobios económicos y con más libertad. Todos los medios. Los de todos los colores y en igualdad de condiciones. Y a ser posible, claro, que sea un año plagado de buenas noticias. Por pedir que no quede. Urte berri on denoi!