una mesa de contratación interdisciplinar resolverá el reparto pendiente de emisoras de FM. ¿Será esto el comienzo del fin del apartheid institucional a Euskalerria Irratia?
La Orden foral que acaba de aprobar el Gobierno establece la ejecución de la sentencia que ordena la retroacción de las actuaciones de la Mesa de Contratación del concurso de dos emisoras para Pamplona convocado en 1997. Retroacción, pero no hasta el principio de los tiempos, sino hasta el momento en que se inició la parte oscura del proceso, el reparto de puntos sin luz ni taquígrafos.
Aunque vaya para largo, todo esto suena bien, teniendo en cuenta, además, que al finalizar el reparto de puntos de la parte válida, Euskalerria Irratia se situaba en cabeza. A esto se añade que, a priori, en los cuatro apartados que quedan por puntuar esta emisora puede obtener las máximas calificaciones. No en vano se trata de la emisora navarra que más horas ofrece de programación local, con informativos, dos magazines diarios, retransmisiones deportivas y un sinfín de programas culturales y sociales. La experiencia y la solvencia de su equipo de doce profesionales bien curtidos no deja lugar a dudas y la viabilidad técnica y económica están más que probadas en estos 26 años que lleva emitiendo.
Lo que esta pequeña emisora pone sobre la mesa son argumentos potentes, respaldados por 1000 familias que apoyan económicamente su labor informativa, más de un centenar de colaboradores cualificados y cerca de 10.000 oyentes diarios en Pamplona a los que cada vez se suman más usuarios vía Internet. No son entelequias.