Lo confieso: tengo algún que otro vicio raro como el de leer, de vez en cuando, revistas para adultos. Como la revista de sociolingüística Bat, por ejemplo. Sin más. En el número 89 de esta publicación acabo de encontrar un artículo muy interesante en el que dos profesores de un euskaltegi municipal vizcaíno hablan de la profecía que se cumple a sí misma aplicada al aprendizaje y uso del euskera por parte de personas adultas.
Vienen a demostrar que comentarios como "soy demasiado mayor para aprender euskera", "no voy a conseguir nunca hablar bien", "es muy difícil, mucho más que el inglés", "total, ¿para qué si luego no voy a poder hablarlo con nadie?" o "no tiene nada que ver el batua de laboratorio con lo que hablan en los pueblos" no son más que ideas negativas, sin base en la realidad, que se extienden fácilmente y crean miedo psicológico en la sociedad. Pero todo esto no ocurre por casualidad, como casi nada en esta vida. Desde los círculos que se la tienen jurada al euskera se encargan de difundir este tipo de ideas obedeciendo al principio de la "profecía que se cumple a sí misma", basada en el llamado teorema de Thomas: "Si las personas definen las situaciones como reales, entonces son reales en sus consecuencias".
Frente a estas continuas embestidas de negatividad, estos profesores proponen ser realistas, no dejarnos avasallar, ponernos unos objetivos posibles y reales, no autoflagelarnos más de la cuenta ni pasarnos de puristas (como no lo hacemos en castellano) y utilizar todos los conocimientos y recursos que como adultos tenemos para intentar manejarnos en una lengua de la que sabemos más de lo que nos pudiera parecer en un principio. Si estáis pensando en aprender euskera, ¡ánimo! Vamos a romper la profecía-maleficio.