La Guía del Peregrino Medieval escrita en el siglo XII por el clérigo francés Ameryc Picaud es considerada como la primera guía de viaje del peregrino jacobeo.

La impresión que el cronista galo se llevó de nuestra tierra no fue muy positiva:

"Las gentes de esta tierra son feroces como es feroz, montaraz y bárbara la misma tierra en que habitan. Sus rostros feroces, así como la propia ferocidad de su bárbaro idioma, ponen terror en el alma del que los contempla". "Este es pueblo bárbaro, distinto de todos los demás en costumbres y modo de ser, colmado de maldades, oscuro de color, de aspecto inicuo, depravado, perverso, pérfido, desleal y falso, lujurioso, borracho, en toda suerte de violencias ducho, feroz, silvestre, malvado y réprobo, impío y áspero, cruel y pendenciero, falto de cualquier virtud y diestro en todos los vicios e inquiedades y enemigo de nuestro pueblo galo en todo. Por sólo un dinero mata un navarro o un vasco, si puede, a un francés. En algunas de sus comarcas, sobre todo en Vizcaya y Álava, el hombre y la mujer navarros se muestran mutuamente sus vergüenzas mientras se calientan. También usan los navarros de las bestias en impuros ayuntamientos".

Sustituyendo los términos "pueblo galo" por Comunidad Foral y "vascos" y "navarros" por "separatistas radicales, incluidos los del PNV" este texto podría valer perfectamente para la campaña electoral de UPN basada, como siempre, en el principio de "que vienen los vascos". Ante la falta de argumentos habrá que echar mano de las vísceras. De momento, y a colación de la cadena humana del domingo, nos han vuelto a deleitar con todo un clásico de la literatura upeniana: "Y los traen en autobuses desde Gipuzkoa para que parezcan más los que quieren lo que no queremos los navarros".