Decididamente, creo que voy a tener que pedir una reducción de jornada o una excedencia laboral porque me faltan horas: si me apunto los lunes y miércoles por la mañana al cursillo de Instalación de programas, en Jus la Rocha y por las tardes lunes y martes al de Impresos y carteles en Windows 10 en el civivox del Ensanche, después me da tiempo de ir los lunes a Cocinas del mundo de los Talleres Creativos y luego los martes a Cómo contar cuentos a los niños, en Jus la Rocha. Y me puedo apuntar a Zumba lunes y miércoles a las tres y media en San Jorge, porque salgo a tiempo para estar en Blanca de Navarra a las cinco. Lo que no puedo hacer es Aquafitness en Iturrama porque el miércoles puedo pero el lunes no, así que el miércoles puedo ir a Batucada en la Ikastola Amaiur o al cursillo de GPS o al de Bertsos para principiantes, aunque casi prefiero el de Tu pan casero en la Casa de la Juventud, que han dicho que el monitor es crack y como empieza a las siete me da para ir de cuatro a seis al de Costura para la Supervivencia en la calle Curia. Los jueves tendría Fotografía Extrem en el Condestable, pero qué pena que no puedo hacer antes Pilates en Jus la Rocha. Los viernes no hay nada y los sábados por la mañana danzas en Mendillorri a las doce. Y a ver si hablo con mi cuñada para llevar a los críos por lo menos a Robótica en Mendillorri los jueves y a los Laboratorios de arquitectura los sábados. Es que este año el Ayuntamiento de Pamplona ha sacado 43 cursillos en euskera. 29 en los centros Civivox, por primera vez en la Historia, y otros 14 dentro de la programación de Talleres Creativos. Y hay que sacarlos adelante porque si no van a empezar con lo de siempre de para qué organizar cosas en euskera si no se apunta la gente, que es malgastar tiempo y dinero? Por mí, desde luego, que no quede.
(PD: todo lo dicho sobre cursillos y horarios es real. Información: www.pamplona.es)