yo no me creo que la Virgen se haya aparecido en una reunión de Afapna y les haya convencido para que les perdonen la vida a los cien maestros de euskera afectados por la sentencia que anula sus plazas porque aunque sean euskaldunes también son criaturas de Dios. No creo que sea ese el motivo de la reculada, pero tampoco llego a entender cuál puede ser. El caso es que han anunciado que “en estos momentos” no van a pedir la ejecución de la sentencia del TSJN y han afirmado que los opositores que lograron estas plazas pueden estar “totalmente tranquilos” a este respecto. Vale, ellos puede que no la pidan pero, como ha dicho el Gobierno, otra persona sí podría hacerlo, así que de tranquilos, poco.
Afapna quiere además negociar en exclusiva futuras convocatorias. Está muy bien que el Gobierno hable con ellos, pero no sólo con ellos, teniendo en cuenta, además, que este sindicato tiene el peso que tiene: 23 delegados frente a los 65 de LAB, los 37 de ELA o los 35 de CCOO.
En dos cosas sí que estoy totalmente de acuerdo con Afapna: en que los trabajadores no tienen ninguna culpa en todo esto y en que esta situación no se puede repetir. Por eso sería interesante que el cuatripartito se volviera a replantear, ahora en serio, la lista única por especialidad para docentes, que es como se funciona en Galicia, Cataluña, País Vasco, Baleares, Valencia...
Lo de saber euskera no es algo de nacimiento, como el color de la piel, no. El euskera se aprende, como todas las lenguas, y se obtienen los títulos con mucho esfuerzo.
Quizá ahora lo vean un poco más claro aquellos miembros del cuatripartito que tenían tantas reticencias ante el tema.