El capellán del santuario enmienda la plana a los grupos políticos: no habrá visita del Ángel de Aralar a la sede del Parlamento Foral. Razón: no ser piedra de confrontación para nadie. La derecha religiosa navarra -UPN, Geroa Bai, PPN- avaló la recepción oficial. Una tradición. La costumbre de venerar con misa, óbolo y ósculo el relicario de plata sobredorada de San Miguel in Excelsis, protector de Euskal Herria. La misa y el donativo económico se suprimieron el año pasado. Izquierda-Ezkerra y Podemos pretendieron que no se autorizase la celebración de actos de contenido religioso en la sede del Legislativo, propuesta apoyada por EH-Bildu y el PSN. En aras de la laicidad y de la separación Iglesia-Estado, sancionada en el texto constitucional. La presidenta Aznárez (Podemos) hubiera vuelto a ceder la presidencia del ceremonial -carga del cargo- y EH-Bildu hubiese vuelto a soportar la contradicción entre su actitud parlamentaria y la recepción en el Ayuntamiento de Pamplona, que preside. Koldo Martínez, portavoz parlamentario de Geroa Bai y cuidador intensivo de la imagen del partido de Barkos, consideró “cuando menos curioso” el propósito de los promotores de la iniciativa porque comparte con ellos que “el Parlamento es la casa de todos los navarros”. “El sentimiento religioso católico forma parte de la riqueza y diversidad navarra”, arguye. Además, le pone escuchar cantar en euskera (“Mikel, Mikel, Mikel gurea/ zaindu, zaindu Euskal Herria”) a miembros de UPN y PPN, sus socios cofrades en el rechazo de la moción. No descarte el piadoso bioético que realmente crean cantar “Miguel (por Sanz), protégenos de Euskal Herria”. Como consecuencia de la decisión eclesial, Geroa Bai podría haberse evitado la incómoda asociación con UPN y PPN. En las instituciones políticas, puede que hayan desaparecido los capellanes pero aún quedan monaguillos. El Ángel de Aralar evita el Parlamento. Visitará el Palacio de Navarra. La capilla de Uxue.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
