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Autoexcluidas

En medio de la ciénaga, hay olores que pasan desapercibidos. Como ciertas palabras ahogadas en el mar de fondo del ruido diario. Se las oí el otro día a Javier Taberna, presidente durante 27 años de la Cámara de Comercio e Industria de Navarra. Déjenme que les diga que este hombre me recuerda a Ana Blanco, esa presentadora de TV1 de rostro incorruptible que tan bien le sienta la cita de Woody Allen cuando dice que hay quien estropea los relojes para matar el tiempo. Pero a lo que iba. El otro día le preguntaron a Taberna en la SER de Pamplona por qué en el Comité Ejecutivo de la Cámara solo hay una mujer entre doce representantes. Respondió que “ser empresario exige mucho tiempo, mucho viaje”. No dijo que hubiera trato de favor a los hombres en el ascenso. Dijo que sí, que había desigualdad. Pero “eso no es porque lo quieran los empresarios, sino porque las mujeres en un momento de su vida optan”. Y optan, venía a decir, porque les va el rollo maternal y lo prefieren a su carrera. Vamos, que se autoexcluyen. Sin embargo, atención; decía que “los hombres no somos así, nosotros optamos por el éxito profesional en vez de la familia”. Vale. Mucha gente piensa lo mismo. Pero Javier Taberna no es un cualquiera. Y menos después de 27 años al frente de una corporación donde las mujeres representan el 90% de la plantilla. Ya en medio del lío, llegó a decir que las mujeres ganan igual que los hombres en la misma categoría y el mismo trabajo. Pero claro, luego se cogen excedencias, y permisos. Y eso explica el 20% menos. Ni Hayek lo hubiera expresado mejor. Y se quedó tan ancho. Y sin siquiera echar mano del comodín de la conciliación.

No sé, yo le pediría a Taberna que, dado el puesto que ocupa, que al menos armara un poco su discurso y resolviera este crucigrama: por qué solo hay una mujer en el Ejecutivo y el 90% están a pie de obra. Es decir, currando. Le daré una pista. En medio hay una palabra que empieza por p y termina por r. Es el Poder, amigo Taberna. Un consejo, léase El patriarcado del salario de Silvia Federici.