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Espectador

los Encuentros de Pamplona (1972-26 junio/3 julio) constituyeron un hito de vanguardia social y cultural en aquella ciudad conservadora y recatada de la represiva dictadura franquista. El frontón Labrit fue uno de los recintos con programación. Cuando las puertas se abrieron para una de las actividades, el público se encontró con un centenar de asientos ocupados. La vista estaba hecha a aquellos personajes con inequívoco perfil de agentes de la brigada político-social o policía secreta. Se trataba de unas esculturas de cartón piedra en policromía (126,5x44x71 cms), creación del valenciano Equipo Crónica (1964-1981). Una denuncia de la situación de libertad vigilada en que vivía la sociedad. Como ahora. El llamado “espectador de espectadores” es todavía un icono de aquella excepcional cita artística. La obra adquirió valor con el tiempo. Entonces no pasó de tomarse como una pieza de atrezo para un happening. Un empleado del recinto cargó hasta casa con uno de los muñecos. Persona con sentido del humor, quería sorprender a su esposa. El matrimonio -gente de orden- convivió dos meses sin secretos para el secreta. Impensable años antes cuando sintonizaban con sigilo Radio Pirenaica. A la muerte súbita del marido, la mujer lo encarnó en la escultura. La vistió con la boina del finado y le contaba a diario vida, sensaciones y sentimientos. El eclipse total del engominado cabello negro, tópico característico de esos policías con gabardina y placa oculta al dorso de la solapa, dotaba de ternura al temido servidor de la ley. La familia entró en estado de alarma psíquica. Con premeditación y nocturnidad tomó la decisión de deshacerse del inerte suplantador. La Ciudadela de Pamplona muestra un “espectador de espectadores” en la exposición del MACBA (Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona) titulada Gelatina dura (hasta 24/06). Revisa el relato de la transición y de los años 80 con más de 200 obras de 59 artistas. Recomendable.