Nunca es tarde si la decisión es buena. El Parlamento de Navarra suprime un tablón de anuncios partidista. Las llamadas Declaraciones institucionales que se adoptan en Mesa y Junta de Portavoces van a requerir de unanimidad para su aprobación. Como en el Parlamento español y en la mayoría de los Parlamentos autonómicos. Se trata de darles empaque y de evitar el menudeo ideológico oportunista. El uso abusivo de esa herramienta parlamentaria es tan evidente que ocupa 72 páginas en la web de la Cámara legislativa, a tenor de unas quince declaraciones por página. Sus propósitos son variados: visibilizar posturas minoritarias ante el rodillo de mayorías absolutas, adhesiones múltiples con causas sociales, laborales o políticas, implicación testimonial en conflictos internacionales... Se podían presentar hasta cinco minutos antes de la reunión: inmediatez, actualidad, pero también improvisación. La ocasional fragmentación de un texto en puntos separados hacía que se debilitara la contundencia del pronunciamiento y que brotaran contradicciones entre socios de gobierno y entre un gobierno en minoría parlamentaria y sus apoyos externos, lo que permitía a la oposición ziriquiar al Ejecutivo. La difusión de las declaraciones institucionales queda en casa: la web del Parlamento no las traduce al francés, ni al inglés, ni al alemán, idiomas con pestaña al igual que el castellano y el euskara. Los promotores del cambio PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E consideran que la declaración institucional debe recoger la opinión del Parlamento como institución "con la finalidad de trasladar a la ciudadanía el sentir del arco parlamentario basado en los valores en que se construye la sociedad navarra, independientemente de los no efectos jurídicos de las mismas". Las declaraciones institucionales serán editadas en pergamino solemne y no en tiras propagandísticas. Pasaremos del exceso desmedido a la extinción. La unanimidad, una rareza.