En los últimos meses, vecinos del barrio de Ripagaina andan manifestándose en contra de la construcción en plena ripa o ladera sur de Beloso de unos bloques de viviendas -destinadas a alquiler social-. Siendo cierto que el destino de esas parcelas estaba prefijado por el Plan Sectorial de Incidencia Municipal que UPN aprobó en 2006, no es menos cierto que algunos promotores engañaron a los compradores de viviendas cercanas ocultando esa información. Eso, no obstante, sería problema de los compradores, que tendrán que llevar a los juzgados a quien estimen si realmente les engañaron. Lo realmente cierto es que el PSIS es una aberración urbanística y paisajística y que por mucho que no sea responsabilidad ni de actual Gobierno de Navarra ni del Ayuntamiento de Pamplona ambos tienen capacidad para hacer algo al respecto. Críticos con este movimiento vecinal argumentan que no existiría la queja si las viviendas no fuesen para alquiler social y por supuesto no conozco las razones de cada uno de los vecinos para oponerse, pero solo ver la ladera tal y como está y cómo quedaría, arrasada una preciosa zona verde por 3 enormes bloques de cemento, sirve para darse cuenta de que cualquiera estaría en contra de edificar ahí, por mucho que sea necesario hacer vivienda para alquiler social, vivienda por otra parte que ya existe en el barrio y que no ha generado mayor problema. Nasuvinsa, la sociedad pública que promueve, ya ha comenzado los procedimientos, pero los vecinos creen que aún se está a tiempo de buscar alternativas a la construcción en una zona que ya de por sí está saturada de construcciones, con unas distancias entre casas que en casos concretos apenas llega a 7 metros y con unas alturas y alineaciones que dan como resultado una densidad muy superior a la media. En todo caso y al margen de legalidades y responsabilidades, dejar construir ahí es una aberración.