a hay más de 1.800 criaturas de entre 4 y 11 años confinadas en casa porque hay casos positivos en sus aulas -la mayoría de esos niños y niñas que dieron positivo se lo habrían cogido antes de empezar el cole-. Los niños y niñas de 3, 4 y 5 años están confinados porque el protocolo no les obliga a llevar mascarilla y se les considera contactos estrechos de su compañero o compañera positiva. Los niños de 6 a 11 años están confinados porque aunque llevan las 5 horas la mascarilla se considera que no guardan distancia y se les considera contacto estrecho de su compañero o compañera positiva. Hoy hace un día maravilloso de sol y están en casa, algunos y algunas saldrán en pocos días y a otros les queda más de una semana. Bien. Aceptamos pulpo como animal de compañía, aceptamos que al no conocer cómo funciona el virus en las aulas, cómo y cuánto pasa de unos a otros ya lleven o no mascarilla, este protocolo que los saca de su rutina -básica para los niños también, como el aire libre, los juegos y la sociabilidad- pretende proteger su salud ante todo -perfecto-, la ajena -perfecto- y la pública -perfecto-. Pero falta algo: falta hacer