esde el lunes 8 hasta el jueves 11 incluido, en esos 4 días, se han comunicado 422 positivos por covid en Navarra y una positividad del 3,8%. En los mismos días de la semana precedente, fueron 812 casos, con una positividad del 6%. El descenso de casos es del 48%. Muy notable. El martes 9 se anunciaron 89 casos y una positividad del 2,9%, la más baja en meses. Ese mismo martes, el Instituto Navarro de Deporte y Juventud comunicaba que el anunciado inicio de la competición en deportes de contacto u oposición como fútbol, baloncesto, balonmano, rugby, lucha, etc, se limitaba por ahora a las categorías senior y que las categorías desde juveniles hacia abajo se posponían unas cuantas semanas. El argumento era -y es- que de común acuerdo con el Instituto Navarro de Salud Pública y Laboral y en vista de los datos habían decidido eso por precaución. La resolución del 26 de enero en la que se fijaba el día de hoy como el reinicio para todas las categorías dicen que ya recogía el aviso de que los plazos podían cambiar. Bueno, la precaución ya sabemos todos que es positiva, lo que ocurre es que no se puede torear así al personal a estas alturas, especialmente cuando todos los indicadores desde el 26 de enero hasta el 9 de febrero han ido bajando -casos, positividad, ingresos, etc-. Miles de chicos y chicas que hacen deporte llevan casi un año sin apenas poder entrenar y mucho menos enfrentarse, en lo que todos sabemos que es una motivación básica cuando se practica deporte. No les dejamos hacer botellón, no les dejamos juntarse, no les dejamos entrenar, no les dejamos jugar... Muy bien, tienen que estar encantados. El deporte aficionado compendia y resume en sí mismo lo mejor de la sociedad: miles de personas que de manera altruista ofrecen su tiempo para que los jóvenes pueden hacer vida sana y estimulante. La precaución está muy bien. Pero esto es tortura.