etió el otro día una moción Navarra Suma en la Asamblea de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, instando a la entidad a que se implanten nuevas medidas para controlar el aforo real de las villavesas, ya que hay "alarma social". El tema es que el aforo permitido por el Gobierno de Navarra es del 50% y en horas punta, líneas concretas y días puntuales ese aforo se supera. Según la Mancomunidad, en entre el 1% y el 2% de los 3.000 viajes diarios. La alarma social, en todo caso, no la veo. Salvo que -y eso ya es otra cosa- se quiera señalar al transporte público como foco de contagios, cuando vamos todos con mascarilla, no se abre el pico, hay ventilación mecánica y natural y se abren las puertas cada dos por tres. De hecho, miren: la semana del 14 al 20 de septiembre funcionaba el transporte público, los colegios, los comercios, los centros de trabajo y los contagios diarios fueron 285. La semana del 26 de octubre al 1 de noviembre, con eso mismo funcionado, los contagios diarios fueron 538. Siguieron funcionando y del 30 de noviembre al 6 de diciembre los contagios diarios fueron 85. La semana pasada, con todo eso en marcha, la media diaria de los 7 días fue 61, niveles de finales de julio. La cosa está muy sencilla: salvo casos muy esporádicos, los contagios pasan de largo por el transporte público, de igual manera que sobre otros sectores, que se han mantenido abiertos tanto con picos altos como con picos bajos, algo que no ha sucedido con otras medidas que todos conocemos. Extender alarmas infundadas sobre algo tan básico y necesario como es el transporte público, un arma que tenemos contra la contaminación, contra la invasión del coche, a favor de la movilidad de todas las personas al margen de su poder adquisitivo, es o ser un inepto o tener mala intención o las dos cosas. 1 año de pandemia y no sabemos leer una puta gráfica con las curvas. Es desolador.