e imagino la cara de la abuela Bitoriana, de Garralda, cuando una tarde de hace cuarenta años su nieto adolescente, que estaba aprendiendo euskera, le preguntó en vasco si hablaba esta lengua. La mujer se disgustó y le dijo: “Pero… ¿por qué hablas así, mi chico?”.

Ese chaval es Juan Carlos Etxegoien, Xamar, escritor, profesor y divulgador incansable. Él y otras y otros muchos jóvenes de su generación de pronto supieron que existía el euskera y, es más, que sus propios mayores todavía lo hablaban. Descubrieron la lengua que se volatilizaba ya prácticamente sin remedio y empezaron a aprenderla. Y a una con la lengua se encontraron también con un potente renacimiento de la cultura vasca.

Xamar recogió todas esas vivencias en una especie de autobiografía colectiva en el libro Etxera bidean, que recibió el año pasado el premio Euskadi de Literatura en la modalidad de ensayo. Ahora acaba de presentar la versión en castellano: De vuelta a casa. Un libro ameno, plagado de historias, historietas, diálogos… con el que además vamos a aprender mucho sobre la historia en letra pequeña del valle. La obra nos cuenta cómo los aezkoanos han sido tradicionalmente anticlericales y liberales, que han sufrido todas las guerras habidas y por haber, incendios, saqueos, emigración, ocupación militar… Y sobre todo una extirpación sin anestesia de su propia lengua. Un proceso de desprestigio demoledor. Este es un relato con el que nos identificaremos, sin duda, muchos navarros que hemos visto y en parte vivido esto mismo en nuestras familias de Roncal, Aezkoa o Salazar, como es mi caso.

La abuela Bitoriana se enfadó con las preguntas del nieto preguntón. Entonces el chaval no entendía por qué. Ahora sí.