a perspectiva de género aplicada a la medicina salva vidas. Por ejemplo, es impactante saber que los infartos de miocardio resultan más mortales en las mujeres que en los hombres, entre otras razones, porque los síntomas de ellas no siempre coinciden con los asociados tradicio­nalmente al infarto en hombres: un dolor fuerte en el pecho que se extiende hacia el brazo. En las mujeres a veces el dolor es de menor intensidad y es errático, no tiene una localización específica. Es sabido también que las reacciones de los organismos a los tratamientos también pueden ser diferentes en hombres y mujeres debido a razones hormonales y metabólicas. Por otra parte es un hecho que hay determinadas enfermedades que se dan más frecuencia entre las mujeres y que hay factores psicológicos, sociales y culturales que castigan la salud de éstas, obligadas a luchar constantemente por mantener la autoestima en una sociedad regida mayoritariamente por hombres y siempre bajo la presión de tener que conjugar con éxito la vida laboral y familiar. Hay que tener en cuenta, además, que normalmente somos nosotras las cuidadoras y tendemos a dejar nuestros problemas en segundo plano.

Mañana es el Día Mundial del Ictus, que es la primera causa de muerte en las mujeres en nuestro país. Seguramente en ello influya el hecho de que esta enfermedad tampoco se presenta con los mismos síntomas en unos y otras. Dicen los expertos que las mujeres suelen presentar con más frecuencia desorientación, debilidad generalizada, alteraciones mentales, cefalea, dolor y alteración de la consciencia así como incontinencia urinaria o déficits visuales. No tenerlo en cuenta puede llevar a un diagnóstico tardío y unas consecuencias terribles.