l método asambleario, una vistosa pasarela hacia el liderazgo. Pero acarrea molestias para su desempeño. Factores correctores: más centralismo, menos autonomía territorial, menos derechos y garantías para los inscritos críticos. Beneficios colaterales: ampliación de mandatos, menor limitación de cargos, diferente criterio de limitación salarial y consiguiente aportación al fondo social del partido. Podemos ha hecho este recorrido en pocos años desde su fundación y legalización en el primer trimestre de 2014. Las últimas ediciones de Vistalegre no alegraron la vista a los más exigentes con la democracia interna, la participación igualitaria y la rendición de cuentas. La irrupción de Podemos en europeas y generales fue espectacular. La de Podemos-Ahal Dugu Navarra, también. En su debut (2015), cuarta fuerza (7 escaños) de las siete parlamentarias. Entrada triunfal desde la nada. A escaso margen porcentual de voto por detrás de Geroa Bai (9) y EH-Bildu (8) y ligeramente por encima del PSN (7). Ostentó la presidencia de la Cámara. En plena legislatura foral, Podemos Navarra pulsó el botón de la autodestrucción. Perdió unos treinta mil votos y se quedó con dos representantes. Casi imprescindibles para superar los veinte de Navarra Suma ante la esperada abstención de Bildu. Y rentables: Chivite regaló a las siglas una consejería, con su cohorte de altos cargos y colaboradores de libre designación. Aquí como en España, Podemos ha entrado a un gobierno de coalición. En la Corte, con tensiones y chirridos. En Navarra, mullido y silente. Begoña Alfaro es la nueva Coordinadora Autonómica. Con holgura en el resultado, pero con números de participación que siguen a la baja. Los segundos de las dos primarias anteriores tuvieron más votos. Su candidatura quiere recuperar la "esencia de la calle". Los propios virus morados han ocasionado la desafección. Reinicia Podemos. ¿Se va a notar en la política institucional navarra? Estamos atentos.