ice Pablo Casado: "A Felipe VI lo votamos los españoles, a Garzón y a Iglesias no". Por favor, que me pasen el teléfono de su camello, se debe estar haciendo de oro con el alucinógeno que vende. Ni con todos los rastreadores en activo en estos momentos en toda la Piel de Toro encontraremos jamás a una sola persona que haya votado alguna vez por Felipe de Borbón, ni tan siquiera para delegado de clase. Algo que no se puede decir de Alberto Garzón y Pablo Iglesias, cuya formación, Unidas Podemos, cosechó en las últimas elecciones generales más de 3 millones de votos. Luego ya aclaraba el presidente del PP que se refiere a "todos los españoles que votamos hace cuarenta años que la forma de Estado fuera la monarquía parlamentaria y, hace seis, que quien la encarnara fuera Felipe de Borbón". Reiteración en la alucinación: ni hace seis años, ni en ninguna otra ocasión, hemos votado a ese hombre. Al contrario, se evitó cuidadosamente, y se sigue evitando, consulta alguna al respecto. La primera parte de la frase es la única que contiene algo de verdad. En efecto, hace cuarenta años, españoles y asimilados dieron mayoritariamente su conformidad a una constitución que reinstauraba la monarquía como alternativa a la continuidad franquista. Ocurre, sin embargo, que la mayoría de esas personas han pasado ya a mejor vida, pero su voto sigue condicionando desde la tumba la forma de gobierno de sus descendientes. Las que siguen entre nosotros de los votantes del 78 tienen como mínimo 60 años, y constituye poco más que el 20% de la población del Estado. Cohorte entre la que, por cierto, no se encuentra Pablo Casado. El líder de la oposición (Palencia, 1981) utiliza el plural para decir "votamos", pero la realidad es que ni tan siquiera había nacido aún cuando el referéndum constitucional. Miente hasta en los más pequeños detalles.