Semanas malas llevamos unas cuantas pero, mires donde mires, la que hoy finaliza la está pifiando bien. Tras once días, han vuelto a registrarse fallecidos por coronavirus; los efectos de la pandemia azotan con ganas al débil comercio local; artistas, empresas y técnicos de Cultura reclaman en la calle medidas especiales para intentar sobrevivir, al mismo tiempo que muchos padres y madres no saben qué hacer con sus chiquitines porque las guarderías privadas no reabrirán hasta que se relaje el protocolo sanitario exigido por las autoridades Todos los frentes están abiertos en este triste y helador junio.

Vivimos rodeados de incertidumbres y, si hay dudas, que se lo pregunten a Navarra Suma. Nadie le sigue en la Cámara foral cuando apuesta por rechazar cualquier tipo de modificación fiscal para hacer frente a esta crisis y lo mismo le ocurre al defender un gasto millonario en el TAV para este año. La coalición debe sentirse sola, pero nunca tanto como los dos diputados de UPN en el pasado Pleno del Congreso cuando, junto a VOX, se opusieron a la retirada de las medallas a Billy el Niño y a otros policías franquistas, mientras sus socios votaban a favor de la iniciativa o, cuanto menos, se abstenían. Dicen ahora los regionalistas que fue un error. Desde luego, un grave error.