Las inocentadas han ido desapareciendo del periódico del 28 de diciembre como las ofertas de empleo y la sección de pérdidas y hallazgos de las páginas de anuncios clasificados. Son cosas de los tiempos. Hubo años en los que la inocentada se planificaba y se curraba como un reportaje, con su cuerpo de texto bien armado y una ilustración que convertía lo insólito en verosímil: hay ocurrentes ejemplos de ello en nuestra hemeroteca. Y si exploran más atrás, en la época de la tipografía, encontrarán en la prensa local artículos de lo más divertido y celebrado. Recuerdo un caso en el que el corresponsal navarro de una radio de ámbito estatal no percibió la broma y difundió a los cuatro vientos y dando por buena lo que no pasaba de ser una gracia. El ridículo fue memorable. Pero ahora, la inocentada, la broma escrita, acampa durante todo el año en las redes sociales, haciendo imposible identificar lo que es cierto de lo que es pura chufla. Así que no hojeen hoy el periódico con prevención: no hay noticias falsas. Ni esa que califica a Bardenas como zona especial de conservación, mientras en su basto territorio siguen sobrevolando aviones de guerra que siembran el suelo de bombas. Tan cierto como que Mariano Rajoy reza en Aravaca por la unidad de España porque encomendarse al artículo 155 como si fuera un dogma incontestable no le ha librado de una severa penitencia en Catalunya. ¿Y qué me dicen de los 4.600 empleos que comercio y hostelería han creado en cuatro años? Es tan verídico el dato como desconocidas las severas condiciones de horario y de salario que acaban aceptando quienes no tienen otra oportunidad de ir ganándose la vida. Quien no se va a tomar en serio la reclamación de Osasuna es el Comité de Apelación: el club rojillo sigue pidiendo los tres puntos del partido que el Nàstic no quiso jugar al día siguiente de la suspensión. ¡Qué inocentes! En fin, hoy es 28 de diciembre pero la realidad no deja espacio para la ingenuidad.