navarra, que lamentablemente fue una de las máximas paganas por la represión ejercida por los "vencedores" del golpe de Estado militar de 1936 contra la República, puede decirse que ahora es una comunidad afortunada. Desde que la legislatura pasada el Gobierno de Uxue Barkos tomó las riendas de la Memoria Histórica y la elevó a rango institucional, y desde que el actual Ejecutivo foral de María Chivite ha continuado haciendo de este menester una obligación para los poderes públicos, la Memoria Histórica y los derechos a la verdad, la justicia y la reparación son materia totalmente reconocida. Como casi todo lo público, la voluntad se mide en dinero y en los Presupuestos Generales de Navarra para 2020, las cuestiones relativas a la reparación de víctimas republicanas tienen su reflejo en las cuentas. En torno a dos millones de euros se proponen destinar a programas de Memoria Histórica (desde las exhumaciones, hasta el desarrollo de las escuelas con memoria, retirada de símbología franquista, el reconocimiento de lugares de memoria o del exilio republicano, el fondo documental de la UPNA, referente en la materia, hasta la recuperación del Marqués de Rozalejo como sede del Instituto de la Memoria). Un dinero bien empleado, desde mi opinión, que contribuirá a resarcir un poco tanto dolor y miseria aunque haya una generación entera que no han podido asistir al rescate de los suyos porque han pasado muchos años y lamentablemente ya nos han dejado.

Y digo que Navarra es comunidad afortunada porque este levantamiento de la corriente fascista está marcando el desprecio hacia quienes han padecido una vida de persecución y pobreza por no comulgar con las ruedas de los molinos franquistas. Formaciones ultras han negado dinero a la recuperación de la Memoria Histórica en Andalucía o Madrid, entre otras, como ya lo hizo el PP cuando se amparó en la crisis para no dar un euro. Madrid por ejemplo gastó algo para demoler el memorial de la Almudena y en Andalucía si se destinaba dinero a estos menesteres, el Gobierno no tendría apoyo para sacar adelante las cuentas. Así las cosas, que no se nos olvide para el futuro.