a vida al 100%. Eso es lo que podemos recuperar desde hoy. La normalidad. La ansiada vuelta a lo que éramos, a lo que fuimos. El covid va quedando atrás y las restricciones serán parte del pasado desde hoy, al menos de momento, porque si algo hemos aprendido en esta pandemia es que las certezas, cuando se dan, son frágiles y por ello solo si se es flexible se consigue avanzar, y aún y todo no siempre en la dirección correcta. La vida al 100% está en nuestras manos desde hoy. Está bien sentir que recuperas lo que antes habías tenido, aunque tengas que recolocarlo en el lugar de este nuevo tiempo. Aunque quizás no sea del todo así. Igual toca más edificar que reconstruir. Tengo la sensación de que no hay muchas ganas de mirar para atrás, quizás porque casi nada será lo que fue en este tiempo que se nos abre como esa ventana a un lugar conocido al que regresas y lo ves demasiado cambiado desde la última vez que lo visitamos. Volver a donde querías estar con la incertidumbre de cómo el tiempo covid habrá dejado el terreno, el real y el emocional. Se acabó medir la vida en porcentajes y en horarios. Sin restricciones, casi todo está a nuestro alcance. Ya nada nos viene dado, impuesto, obligado; ahora todo depende de lo que cada uno o una decida hacer. Y ese es el reto, cómo gestionar el 100% de tantas cosas que en estos últimos meses se han ido quedando dejado lejos de esos porcentajes. La vida social, los amigos, la familia, nosotros y nosotras mismos... toca ir sumando allí donde durante muchos días ha habido que restar. Salir de la burbuja de manera definitiva, retomar el contacto con el exterior. Sin vértigo. Difícil todavía mientras caminemos con las mascarillas puestas y el miedo reposando como alerta en alguna parte del cuerpo. Aún quedan positivos, el virus circula más lento a nuestro alrededor, pero ya pronto dejaremos de vivir pendientes de esas cifras. Imagino cómo se sienten estos días las personas afectadas y confinadas, como si ya no formarán parte del presente, como los últimos de la pandemia. Ojalá lo sean. Que extraño ha sido todo.

La vida social, los amigos, la familia, nosotros y nosotras mismas...toca ir sumando allí donde durante muchos días ha habido que restar