Parecían volar lejos, en las grandes ciudades del Estado, pero los fondos buitre también han desembarcado en nuestra Comunidad. En las últimas semanas hemos conocido las dificultades que atraviesan decenas de familias de Pamplona que ven amenazado su futuro por la subida de alquileres de los nuevos caseros.

Habría que retrotraerse 20 años atrás. Los gobiernos de UPN no hicieron viviendas de alquiler social, solo VPO en compraventa; para los que necesitaban el alquiler estaban los promotores privados que podían descalificarlas en un periodo de 15-20 años. Muchas de esas viviendas fueron vendidas a bancos y de ahí a sociedades tipo Testa vinculadas a fondos buitre (Blackstone) y ventajas fiscales, con 392 viviendas solo en Navarra.

Este tipo de fondos entran en plena crisis comprando activos como la vivienda en países de todo el mundo cuando están a precios chollo, y hacen negocio vendiéndolos unos seis o siete años después, no sin antes conseguir una subida de precios. Así es cómo Blackstone se ha convertido en un gigante inmobiliario con más de 30.000 viviendas. En viviendas que antes costaban entre 400 y 500 euros al mes y ahora valen 600 y 650 . Parece que se van a quedar ahí (Testa), en los 650 euros para viviendas de tres dormitorios, pero no está tan claro que haya bajas en las más pequeñas. Los alquileres están por las nubes en Pamplona y Comarca. No lo dudo, pero algo habrá que hacer para contener el precios de 900 viviendas cuyas rentas ya estaban limitadas.

De éstas, que vienen de donde vienen, y del resto. Porque no tenemos vivienda pública suficiente para cubrir las necesidades de cientos de familias y jóvenes. Impulsemos un parque público de vivienda social, que en Navarra se está haciendo aunque llega tarde. Incluso decreten el estado de emergencia habitacional que diría la PAH, y en los tribunales nos veremos. Y, desde luego, vayamos a por esos índices máximos de precio de alquiler que, según el Gobierno foral, ya se están ultimando.

A ver si ponemos el huevo ahora que el Estado se anima (Ábalos ha anunciado que el índice de precios estará listo para finales de marzo), y hagámoslo bien para que no ocurra como en otra ciudades europeas donde, hecha la ley, hecha la trampa, o que nos perdamos con las excepciones. Por calles, por bloques, por pisos y, si acaso, por habitaciones, pero legislando contra todos los abusos. Porque la vivienda es un derecho no un bien de lujo. Y marquemos las reglas del juego a los antiguos ejecutivos de Lehman Brothers, que lo mismo hacen negocio con casinos, tragaperras y hoteles que con alquiler social. Límites legales para quienes han subido los alquileres hasta un 80% en barrios de Madrid, por burofax.