No es casualidad que el libro de Sánchez que está a punto de salir a las librerías se titule Manual de resistencia. Resistir en La Moncloa es ganar. Y en el escenario actual está situado en medio de la tormenta política perfecta que puede dar al traste con su decisión de aguantar hasta el final de la legislatura: hoy se inicia el juicio por el procés en Catalunya; mañana se votan las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos del Estado (cuya aprobación o no determinarán la decisión final sobre convocatoria electoral); la derecha cambia de estrategia y se une los ultras para ganar la calle e intentar desgastar al presidente haciendo electoralismo con temas de Estado; los intentos de distensión con Catalunya chocan con los fundamentalistas de uno y otro signo; la rebelión interna azuzada por la vieja guardia socialista no pierde ocasión para zarandear a su sorprendente líder; la economía está dando signos claros de desaceleración... En definitiva, un escenario de volatilidad máxima que merma la proverbial capacidad de aguante de Sánchez y que le empuja inexorablemente a gobernar por decreto -con el riesgo político y el desgaste popular que conlleva- o adelantar las elecciones si los grupos catalanes en el Congreso no cambian de opinión mañana. Ayer amagó con la fecha del 14 de abril para las elecciones para presionar a ERC y PDeCAT. Tiene sentido tras el fracaso de la manifestación de ultras y conservadores en Madrid. Y más si quiere rentabilizar su paso por La Moncloa y la impagable operación de imagen ante la opinión pública que, logros aparte, supone. Y además no contaminaría los comicios locales, autonómicos y europeos de mayo y satisfaría los deseos de los barones socialistas de mezclar las urnas que temen que el presidente se lo juegue todo a la carta del superdomingo electoral. Sánchez, en una resistencia de manual, se obstinará en aguantar La Moncloa para intentar llegar fortalecido a las urnas. Con lo que le ha costado llegar no es cuestión de dejarla pronto. Pero todo tiene un límite. Mañana, tras la decisión sobre los Presupuestos tendremos más pistas. Con Presupuestos la resistencia sería llevadera. Sin ellos las urnas están más cerca. Y por qué no el 14 de abril, día de la República.