Tras un fin de semana de éxitos en lo deportivo, Osasuna afronta a partir de ahora un partido decisivo en los despachos oficiales, ya que la Mesa y la Junta de Portavoces del Parlamento de Navarra estudian hoy la admisión a trámite de la proposición de Ley foral de Geroa Bai y EH Bildu para otorgar un aval de la Administración al club para la reforma integral de su estadio El Sadar y convertirlo en el ansiado Muro Rojo que han decidido los socios. La asamblea de compromisarios dio el visto bueno el sábado al endeudamiento por 233 votos a favor y 62 en contra, superando ampliamente el listón de dos tercios que marcan los estatutos para una operación financiera de esta envergadura. Con esta decisión se encarrila el inicio de las obras del estadio, que se alargarán durante 18 meses tras la finalización del campeonato liguero y que requerirá de un préstamo de unos 23 millones (incluyendo la refinanciación de la deuda actual, de unos 7 millones) que se terminará de pagar en 2034. La ambiciosa apuesta de la directiva, que en otras ocasiones fue contestada por la masa social, recibió el respaldo necesario para cimentar el nuevo estadio y por ende el futuro de Osasuna. El sistema de financiación es razonable y no excesivamente oneroso, con una cuota anual de unos 1,5 millones de euros durante los próximos 14 años y un último plazo de casi seis en el decimoquinto. Además, el club pagará una cuota adicional de tres millones por cada temporada que el equipo esté en Primera y también destinará a la amortización el 25% de los ingresos por futuros traspasos de jugadores y el dinero de la televisión servirá como garantía del aval. Con estas premisas el horizonte del club queda más despejado y a la espera del aval del Ejecutivo de Navarra. Geroa Bai y EH Bildu lo han registrado en la cámara legislativa, pero la casi totalidad de los grupos políticos que la componen ya han mostrado su disponibilidad para aprobar la proposición de ley. La concesión del aval todavía no es oficial (sólo algunas trabas legales, además de la negativa del Parlamento, puede tumbarlo) pero gana enteros tras el anuncio de que Osasuna ya tiene el compromiso de tres entidades bancarias de amplio prestigio y solvencia para conseguir el préstamo, de la disposición favorable de los partidos en plena precampaña electoral, y del retorno económico que para la Hacienda Foral tendrá el Muro Rojo. Los cimientos del nuevo estadio están ya echados.