la aprobación el martes por el Consejo de Ministros ayer de la declaración de emergencia climática y la subida del 2% en el sueldo de los funcionarios, así como en la reunión de ministros de la semana pasada de la subida del 0,9% de las pensiones y ahora el aumento a 950 euros el SMI permiten al Gobierno, todavía reciente, de Pedro Sánchez iniciar su mandato con un barniz de transformación progresista que, sin embargo y en realidad, aún no se ha iniciado en la práctica. Si la subida de las pensiones no supone sino dar continuidad a una medida ya implementada en ejercicios y por ejecutivos anteriores tras el acuerdo arrancado por el PNV al PP, la subida en el salario del funcionariado estaba comprometida -y pendiente al estar en funciones el anterior gobierno de Sánchez- desde 2018 según pactaron los sindicatos con el ejecutivo en el último mandato de Mariano Rajoy. Asimismo, la declaración de emergencia climática también se hallaba a la espera de la configuración de Gobierno tras las elecciones del 10-N por cuanto ya fue aprobada por el pleno del Congreso el pasado 17 de setiembre (311 votos a favor y solo 24 en contra) -el Gobierno de Navarra ya la había declarado- y también por el Parlamento Europeo en noviembre mientras sigue pendiente de aprobación la imprescindible Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que quedó aplazada por la convocatoria electoral tras ser aprobado su anteproyecto en Consejo de Ministros hace once meses exactos, el 22 de febrero de 2019. Se añade que el diálogo en materia territorial anunciado como eje de la incipiente legislatura por Pedro Sánchez se mantiene a la espera de que Navarra y el Estado activen los contactos institucionales y la Junta de Transferencias, con la recuperación en exclusiva para la Policía Foral de Tráfico y la retirada del recurso ante el TC contra la actualización del Fuero Nuevo como temas prioritarios además de otras transferencias pendientes. En definitiva, siendo cierto que el Gobierno Sánchez apenas ha comenzado a andar, ya que los veintidós ministros juraron su cargo hace poco más de diez días, y que comporta la necesidad de adecuar los condicionamientos de la coalición a la práctica diaria, no lo es menos que le es exigible cierta diligencia para responder a las urgencias legislativas y los compromisos políticos que el propio Sánchez esgrimió cuando recababa apoyos para su investidura.