i algo está dejando claro la crisis del covid-19 es que cualquier reactivación económica pasa necesariamente por una mayor inversión en salud, que refuerce y consolide tanto la red de Atención Primaria, determinante en la pandemia, como la atención hospitalaria en todas sus vertientes y resto de servicios sociosanitarios. Un sistema de salud fuerte es clave para reactivar en este momento el resto de sectores, que difícilmente podrían soportar un nuevo parón o una recesión. El momento actual es clave, visto lo ocurrido en Lleida, donde la Generalitat tomó ayer la decisión de confinar en sus viviendas a los habitantes de la comarca leridana del Segrià, más de 200.000 personas, ante el aumento de casos de coronavirus registrados en las últimas horas en la provincia, que suma nueve brotes activos. Se limita así de nuevo la movilidad, dejándola abierta a causas de fuerza mayor o por trabajo, las residencias vuelven a cerrarse a las visitas y se limitan las reuniones sociales a 10 personas, ya que en muchos casos los brotes tienen origen en estas reuniones sociales o familiares. El tema es grave. El virus sigue en la calle y por tanto el riesgo de contagio sigue existiendo. No hay que bajar la guardia. Así lo advierten día tras día las autoridades sanitarias al tiempo que lanzan mensajes a la población de responsabilidad y de respetar al máximo las medidas de higiene y distanciamiento social o mascarilla. Navarra, según el balance realizado por el Departamento de Salud esta misma semana, en la que se han registrado varias jornadas con cero casos la última ayer, suma desde el inicio de la pandemia, entre PCR y test de anticuerpos, un total de 10.351 personas que han pasado el coronavirus. En estos cuatro meses casi 2.000 personas han tenido que ser hospitalizadas, 139 en unidad de cuidados intensivos, lo que da idea de los difíciles momentos vividos. Cifras a las que sumar los 528 navarros que han fallecido, la cara más dura de toda esta crisis. Hasta mayo, el Gobierno de Navarra había invertido 29,1 millones de euros y se han realizado 1.577 contrataciones. Con todo ello, se ha llegado al verano con la pandemia en situación de control, pero todavía en alerta ante el miedo de posibles rebrotes o de nuevas oleadas. Por ello, el Departamento de Salud del Gobierno de Navarra ha actualizado su plan de transición y contingencia ante el covid-19, para compatibilizar la recuperación de la actividad sanitaria habitual con un dispositivo de detección y asistencia para controlar posibles rebrotes.