l acuerdo presupuestario anunciado ayer entre el Gobierno de Navarra y EH Bildu va mucho más allá de la aprobación de las cuentas públicas para el próximo ejercicio. Sin restar valor a unos presupuestos que en este año son más esenciales todavía para abordar la crisis social, sanitaria y económica generada por la pandemia, con el objetivo claro de no dejar a nadie atrás, el acuerdo supone un pacto de legislatura que dota de estabilidad a la acción del actual Gobierno de coalición liderado por María Chivite, sostenido por un pacto de legislatura firmado por PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E. La firma con EH Bildu, que esta vez da un paso más en su compromiso con la gobernabilidad de Navarra, sigue el camino del diálogo y el acuerdo por el que ya habían apostado PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E, el camino de las mayorías con clave progresista del Parlamento para consolidar el cambio de ciclo político en Navarra iniciado en 2015. Tanto los socialistas, que ayer reiteraron su apuesta por “el diálogo sin vetos ni exclusiones” como los representantes de EH Bildu que reconocieron el “valor político de este acuerdo” son conscientes de que esta firma consolida la ruta marcada que deja fuera a la derecha de Navarra Suma, que sigue anclada en su discurso del miedo y “el Navarra se vende”. El acuerdo, al que se ha llegado tras una negociación en la que se han ido solventando las discrepancias iniciales y que mantiene algunas diferencias, se asienta en una serie de principios que las partes consideran “básicos e imprescindibles para responder a los retos que conlleva hacer frente a las consecuencias de la pandemia del covid-19, así como a la mejora de las condiciones de vida de la ciudadanía y, en especial, de los trabajadores y trabajadoras y de las personas en situación precaria”. En definitiva, política para los ciudadanos y ciudadanas y acuerdos reales para llevarla a la práctica. Así, el pacto incluye compromisos para los próximos meses en ámbitos como el sanitario o el fiscal, lo que subraya la voluntad de ambas partes por mantener un trabajo conjunto al menos hasta final de 2021 al tiempo que sienta las bases también para desarrollar el Plan Reactivar Navarra y la gestión de los fondos europeos, dos herramientas claves para el futuro de Navarra.