ubierta ya una semana en periodo de normalidad, lo primero que hay que constatar es que la decisión de eliminar las restricciones no se tomó de forma apresurada, con la presión social en la nuca o por agradar a determinados sectores. Los indicadores epidemiológicos y la respuesta casi mayoritaria a la vacunación (se han inoculado ya un total de 988.340 dosis y 519.307 personas tiene la pauta completa) apuntaban a un escenario estable en el marco de una caída de casos en las últimas semanas y el Gobierno de Navarra creyó llegado el momento de dar un paso adelante, una decisión que, por otro lado, podía serenar algunos ánimos que estaban sobreexcitados. Esta libertad recuperada ha sido recibida con ánimo de revancha, de recuperar el tiempo perdido, y se pudo palpar el pasado fin de semana en el incremento en la actividad en la hostelería, con locales a plena actividad y sin posibilidad de reserva para los descuidados. Ese incremento en la reactivación económica de los sectores más afectados tiene otro reflejo en el inminente puente: las ganas de salir, de cambiar de aires, ha llenado los alojamientos en Navarra y comunidades limítrofes. Hasta que las cosas vuelvan a ser lo que fueron, las ganas de disfrutar se imponen a todo. Pero en este punto sería bueno recordar, como lo hacía ayer la consejera de Salud, Santos Induráin, que la pandemia no ha acabado y hay que seguir activando las mínimas prevenciones para evitar contagios. Porque, aunque en escaso número, los sigue habiendo todos los días. El jueves, Navarra registró 18 positivos de Covid después de realizar un total de 1.368 pruebas, lo que arroja una tasa de positividad del 1,3%. Estas cifras suponen un descenso respecto a la jornada anterior, con 33 casos y una positividad del 2,1%. El número de ingresados es de 26 personas, dos de ellas en cuidados intensivos. "Estamos en unos valores que indican que no hay transmisión comunitaria en Navarra", subrayó la consejera. En este contexto de instaurar la normalidad que conocimos, la localidad de Lekunberri recuperó algo tan pegado a nuestras tradiciones como el chupinazo que da inicio a las fiestas patronales, y en otros lugares de la geografía se preparan festejos con reses, aunque sea fuera de fecha. Así que a divertirse con prudencia, si es que ambas opciones pueden ser compatibles. El virus sigue aquí.