a pasarela del Labrit necesita urgentemente ser apuntalada por razones de seguridad ante serio riesgo de colapso. Dos años y medio ha tardado en reconocer Navarra Suma lo que era evidente y recogían diferentes informes técnicos, que la pasarela no es segura. Será necesario colocar dos sujeciones en los laterales y otra más en el centro, en la calzada, para reforzar la estructura lo que demuestra el peligro que ha supuesto durante los últimos años. En lugar de desmontar esta infraestructura defectuosa y construir una nueva tal y como se recomendó hace dos años y medio la solución que se propone ahora es colocar un calce, o lo que es lo mismo, parchear y tapar la chapuza. La reparación va a suponer un desembolso de 600.000 euros sin contar las obras de apuntalamiento, un gasto que en realidad deberían asumir las empresas responsables y aseguradoras. Una obra que ha durado poco (2010) y que costó más de 1,2 millones. El anuncio de Navarra Suma ha causado indignación entre el resto de grupos que recuerdan cómo los responsables de UPN antes y ahora Navarra Suma restaron importancia a los daños y achacaron el cierre provisional a intereses políticos del cuatripartito. Incluso llegaron a asegurar que el tema se utilizó para desprestigiar a la exalcaldesa Yolanda Barcina y con la intención de reabrir la pasarela en un mes colocando andamios. Un proyecto que demuestra la incapacidad de Navarra Suma para negociar y reconocer errores, un símbolo de la hegemonía regionalista que por un cúmulo de errores de diseño y construcción ha acabado convertido en un montón de chatarra. También por inacción. UPN ya conoció en 2013 los primeros problemas de la pasarela pero no actuó. Una queja vecinal alertó de las goteras que caían de la estructura y el secretario técnico reconoció en 2014 que no se había hecho nada. A lo mejor es el momento de pensar en otra pasarela, de dejarse de remiendos y empezar el proyecto de cero. Por otro lado, no es la única rectificación de Navarra Suma. El gobierno municipal ha suspendido otro mes la licitación de las obras de reurbanización de Sarasate y calles adyacentes, y acepta ahora nuevos informes sobre el tratamiento del arbolado. Se trata del tercer intento de lograr un acuerdo para abordar este proyecto que cuenta con el rechazo del resto de grupos. Ambos temas junto a Pío XII, pendiente de la retirada de plazas de aparcamiento, y Caídos, amenazan incluso con romper el acuerdo presupuestario que mantiene la coalición y PSN, según la portavoz socialista.