Cada nuevo informe sobre la situación del calentamiento global y la situación de emergencia climática de la Tierra advierte de que pese a los acuerdos internacionales y los esfuerzos para su aplicación los avances son insuficientes y que el planeta sigue transitando hacia un futuro peligrosamente caluroso. El calentamiento de los océanos, los grandes incendios, las pérdida constante de grandes superficies de bosque y la erosión de los suelos están limitan la capacidad natural de absorber CO2 mientras, al mismo tiempo, la emisión y concentración de gases de efecto invernadero continúa aumentando y en 2024 se alcanzó un nuevo récord de concentración de CO2 en la atmósfera con 424 partes por millón.
Muy por encima del límite de seguridad de la Tierra, cuyo máximo no debería sobrepasar las 350 partes por millón, según los expertos. La conclusión de un nuevo informe sobre el cumplimiento y efectividad del Acuerdo de París de 2015, el único jurídicamente vinculante para sus 195 países firmantes, entre ellos los países de la UE, es que ha sido un paso importante en el trabajo y las medidas para frenar el cambio climático, pero está lejos de haber podido dar la vuelta a una realidad cada vez peligrosa y cada vez más difícil de revertir. Es cierto que los poderosos lobbies del negacionismo que niega la realidad de del mismo climático se han extendido como manchas de aceite contra todos los acuerdos internacionales para evitar la deriva climática hacia el desastre final, por eso sigue siendo importante mantener la alerta ante la evidencia de que las emisiones de gases de efecto invernadero han alcanzado un nivel sin precedentes. Es necesario tomar medidas urgentes para prevenir picos catastróficos de temperatura y evitar los peores efectos del cambio climático.
Es necesario ir más allá de constatar las amenazas de un calentamiento global que ya está acreditado e insistir en la necesidad de impulsar y sobre todo aplicar las medidas para contenerlo, pero las expectativas siempre quedan muy por detrás de los acuerdos, cuyo cumplimiento es además siempre insuficiente. De hecho, el empeoramiento constante y creciente de los efectos del cambio climático está afectando la vida de miles de millones de personas en todo el mundo. Fallar en la batalla contra el calentamiento climático y sus negativas consecuencias será una sentencia de muerte” no sólo del planeta Tierra en su conjunto, sino también de los humanos como especie y civilización.