Quedan dos días para el 8-M, pero en el ultramonte ya se celebran las vísperas con alusiones nada sutiles a la ley del solo sí es sí y, cómo no, al Tito Berni y su cuadrilla de visitadores de lupanares.

Ningún amanuense diestro lo sintetiza mejor que Jesús Nieto Jurado en ABC. El mensjae es que todo es bueno para el convento: “Marzo ya se pone morado. A marzo, al 8-M de años después del contagio masivo de 'mata más el machismo que el virus', se las van poniendo como se las ponían a Fernando VII. Más que el Tito Berni, con hechuras de socialista de siempre y no tanto de gafapasta, nos espera el 8-M aquí, a la vuelta de la semana, a ver qué pancartas nos encontramos entre carcajadas de Juan Bernardo”.

En El Debate, Mayte Alcaraz propone una lista de “Las que deberían salir el 8-M”, según reza el título de la pieza. En el tercer punto de la relación escribe: “Las mujeres que prostituyeron los camaradas de Irene y Begoña en el Congreso de los Diputados, para disfrute burdo y zafio, capitaneados por el inefable Tito Berni, el que predicaba defender los derechos de aquellas cuyos servicios sexuales compraba”.

"Por un puterío sostenible, inclusivo y de izquierdas"

Daniel R. Herrera (Libertad Digital)

En Libertad Digital, Daniel Rodríguez Herrera propone lema: “Por un puterío sostenible, inclusivo y de izquierdas”. Si ese es el encabezado, imaginen la letra menuda. Aquí les va una muestra: “Lo cierto es que el feminismo es un poco como todo en la izquierda. No se trata de defender a mujeres reales de carne y hueso de problemas de verdad. Se trata de sentirse fenomenal con uno mismo por estar con los buenos y en contra de los malos. Da lo mismo lo que haga una persona cualquiera, lo que importa es a qué grupo pertenece. Si, como los diputados del PSOE, eres de los buenos, entonces a ti no te aplica eso de que estás violando a las prostitutas por acostarte con ellas”.

Pablo Pombo suma y sigue en El Confidencial: “En esos números andamos. Justo antes de una semana que pinta horrorosa para las socialistas: el asco por lo de Berni convivirá con la tristeza de un 8-M teñido de fracaso y de división. Queda menos para mayo, pero queda mucho, muchísimo que contar”.

"Nada más letal que un escándalo con gayumbos, cocaína y prostitutas"

Francisco Marhuenda (La Razón)

El feminismo electoral de Sánchez”, titula Francisco Marhuenda su homilía de la contra de La Razón. Den por hecha la mención a Tito Berni… y hasta la acuñación de un nuevo nombre para el PSOE: “El colofón de este proceso se refleja con esos memes injustos que se refieren al «putiPSOE». Nada más letal que un escándalo con gayumbos, cocaína y prostitutas. No parece que sea una bandera muy feminista. La convicción de impunidad de los protagonistas les condujo, incluso, a que inmortalizaran su sórdida vida como puteros. (…) No me extraña que Patxi López y La Moncloa estén aterrorizados ante la perspectiva de una comisión de investigación, aunque podrían llamar a Tito Berni y sus conmilitones como expertos sobre prostitución, ya que el PSOE anda con el tema de la abolición”.

"Se nos presentaron como «feministas» mientras daban pellizcos en el culo a una meretriz"

Jorge Vilches (The Objective)

Un paso más más allá, Jorge Vilches atribuye a toda la izquierda la querencia por las casas de mancebía: “La izquierda, sin embargo, no abandonó el discurso de empoderamiento femenino al tiempo que sus cargos públicos iban a clubes de alterne o abusan del cargo para «seducir» a meritorias. Han vivido en esta puñetera contradicción toda la vida. Se nos presentaron como «feministas» mientras daban pellizcos en el culo a una meretriz. Eso sí: pagado con dinero público”.

Viene la guinda, esta vez sin mención ni a Berni ni a la ley aún sin reformar. Jorge Fernández Díaz, el de la Kitchen, mantiene su columna diaria en La Razón y hoy se atreve a escribir de “Las olvidadas del 8-m”. Estas son, según él: “Ese feminismo ideológico olvida a la mujer madre considerando, en su antinatural lógica, que el embarazo es ante todo una carga que aumenta los deberes a la mujer y dificulta e impide una realización más plena de su ser. El aborto es una desgarradora consecuencia de ese feminismo político, que deja sola a la mujer camino de convertirse en madre cuando por las difíciles circunstancias personales, sociales, económicas… en las que se encuentra, necesita de un especial acompañamiento y ayuda para afrontarlo. Darle como única salida el aborto representa, además de un crimen, un egoísmo total de una sociedad que se dice feminista y solidaria, pero abandona a la mujer cuando más lo necesita. Es la barbarie de la ingeniería social para controlar la natalidad”.