Sigue reinando Yolanda Díaz en las primeras, los editoriales y las páginas de opinión de la prensa de orden. Entiendan lo de “reinar”, eso sí, como sinónimo de recibir brea. Tanta, que ya les confieso que la que recogen estas líneas no llega ni a la mitad…

Especialmente inquietante es el trato que le da El Mundo. A primera vista, la vemos en la foto central de apertura caminando sonriente junto a un Pablo Iglesias igual de risueño. No parece ser una imagen de archivo, porque el fundador de Podemos luce sin coleta. ¿Entonces? Un sello en la parte superior de la instantánea advierte: Imagen creada por Inteligencia Artificial. En el interior del diario, otras dos imágenes falsas muestran a Iglesias paseando del brazo de Santiago Abascal y a Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo compartiendo unas risas en la barra de un bar. Prepárense para no creerse nada.

"Díaz es tan sexy como un desnudo infantil"

Arcadi Espada (El Mundo)

Pero volvamos a la diana de todas invectivas diestras. En el mismo diario, Arcadi Espada titula: “Alba, nívea, lechosa, cande, cana, caucásica, blanqueadora”. Evidentemente, var lar por líderesa de Sumar, a la que sigue retratando utilizando analogías de pésimo gusto: “La estrategia de Díaz es matar a Pedro Sánchez a besos, lentamente. Blanca enfermera de España, el programa político de la vicepresidenta sintetiza la amuermante sociedad de los cuidados. Pero hasta que no llegue el día de aplicarle a Sánchez los paliativos exhibe con una puerilidad que no teme ser obscena —Díaz es tan sexy como un desnudo infantil— la alegría de la coalición. Y el presidente, por cierto, la secunda, admitiendo sin trauma el dictado de lo real: habrá coaliciones por años y mejor que nos dispongamos a celebrarlas”. Sí, lo han leído: “Sexy como un desnudo infantil”.

Desde la columna de al lado, Jorge Bustos remata la faena: “¿Por qué habla así Yolanda Díaz? ¿Por qué trata a sus votantes como novicios de un experimento social dirigido a pachas por la institutriz de Sonrisas y lágrimas y el subcomandante Marcos? ¿Acaso quedó marcada por la canción de Serrat? ¿O es su fe en la imbecilidad de los españoles la que le permite vender «la vivienda por fin en el centro» y la semana laboral más corta pero mejor pagada?”.

"Yolanda Díaz es la réplica perfecta del marqués de Galapagar. La horma de su zapato"

Isabel San Sebastián (ABC)

En ABC, Isabel San Sebastián ofrece un dos por uno para atizar, al mismo tiempo, a sus dos bestias negras, la mentada Díaz y su archienemigo Iglesias: “Bajo su sonrisa impecablemente maquillada, su simpatía innegable y su aparente amabilidad, Yolanda Díaz es la réplica perfecta del marqués de Galapagar. La horma de su zapato. Sus métodos son distintos y aun contrapuestos, pero sus objetivos idénticos. Misma ansia de poder («quiero ser la primera presidenta de España»), similar altanería («hoy empieza todo») e igual tendencia a dejarse deslumbrar por la aclamación de los corifeos que pululan a su alrededor. Es sabido que los dioses ciegan de vanidad a quienes quieren perder, y parecería que el Olimpo entero se confabuló contra ella en el polideportivo Magariños, a juzgar por la cantidad de incienso y baba derramados sobre su persona”.

"Sumar, que es el símbolo de la cruz, tiene un fuerte componente religioso, como de secta evangélica de parque dominical"

Manuel L. Sampalo (El Español)

Manuel López Samapalo abunda en El Español en la caricatura: “No parece casual que Yolanda Díaz eligiera el Domingo de Ramos para la puesta de largo de su candidatura a la (vice)presidencia del Gobierno. O para lo que parecía su primera comunión. Su conglomerado Sumar, que es el símbolo de la cruz, tiene un fuerte componente religioso, como de secta evangélica de parque dominical. Y ella misma se ha esculpido una estampa entre virgen madre y sacerdotisa”.

En Vozpópuli, Ignacia de Pano también se cuelga del paralelismo religioso: “Este domingo de Ramos, Yolanda entró en el Magariños como Jesús en Jerusalén, entre palmas y aplausos pero sin ir a lomos de un burro porque en Galapagar no quisieron prestárselo. Veremos si logra esquivar todas las semanas de pasión que la esperan. Ella cree que sí, y como decían los cartelones que servían de telón al Acto, ahora empieza todo”.

"Sumar no deja de ser la octava ocasión en que el comunismo quiere revestirse de otros ropajes"

Bieito Rubido (El Debate)

Les voy a terminar en El Debate. Al diario ultracatólico no se le ocurre entrar en lo de las similitudes religiosas. La gran baza de sus coluneros es que debajo de la miel, está la hiel roja. “Son comunistas”, bufa Bieito Rubido en una descarga que empieza así: “Un buen número de lectores, a los que agradezco de antemano sus siempre acertadas apreciaciones, me señalaron ayer que lo que representa Yolanda Díaz no es otra cosa que el comunismo de toda la vida. Y tienen razón. Sumar no deja de ser la octava ocasión en que el comunismo quiere revestirse de otros ropajes. Son los primos hermanos de los que arrasaron con las libertades y la riqueza en Cuba, Venezuela, Bolivia… Los mismos que caminan con paso decidido hacia la ruina de España y de nuestras economías familiares”.

"El yolandismo no es más que un poco de comunismo camp embadurnado en merengue"

Luis Ventoso (El Debate)

Además de dedicarle el editorial, en el diario de la asociación católica de propagandistas escriben sobre Díaz los columneros Antonio R. Naranajo, Ramón Pérez-Maura, Alfonso Ussía y Luis Ventoso. Les escojo al azar un entrecomillado del último. Como verán, el argumento no cambia: “Yoli ya habla de sí misma en tercera persona, como el egregio timonel Xi Sanchín. Pero no ofrece una sola opinión sobre el problema de la unidad de España, la disrupción digital que cambiará nuestras vidas, la política exterior o el récord europeo de paro juvenil que ella misma está rubricando como ministra de Trabajo. El yolandismo no es más que un poco de comunismo camp embadurnado en merengue”.