Ayer se celebró el Día Mundial sin Tabaco, cuyo único objetivo es el de transmitir a los fumadores las consecuencias negativas del tabaquismo para la salud y concienciarles de que abandonen el hábito de fumar.

Según estadísticas oficiales de muertes por enfermedades relacionadas con el tabaco, en España son de 55.000 personas año, distribuidas así: por cáncer de pulmón, 16.500; enfermedad pulmonar obstructiva crónica, 18.000; cardiopatías coronarias, el 32% de los casos. Las previsiones indican que en 2015 habrá 200.000 nuevos casos de cáncer en España y en 2030 en todo el mundo se prevén 17.000.000 de muertes por esta enfermedad. Son cifras que, unidas a las fotos de casos reales impresas en las cajetillas de tabaco o la de aquellas personas que viven enganchadas a una botella de oxígeno para poder respirar, deberían hacer pensar a los fumadores que el tabaco perjudica su salud y la de sus hijos, y en la mujer por ser la responsable de engendrar la vida de sus hijos.

Es importante que el Gobierno emprenda campañas de prevención para que nuestros jóvenes conozcan las consecuencias negativas del tabaco y no caigan en ese hábito mortal. Y a los fumadores que dicen que fumar es un placer yo les digo que intenten dejarlo, que no hay mejor placer que la vida misma.