Yo no soy celíaca pero 1 de cada 100 personas lo es. Creo que es una suerte que haya asociaciones que fomenten que cada vez más restaurantes estén interesados en ofrecer platos sin gluten. Y es que no es fácil servir comida apta para celíacos: además de controlar que la materia prima no contenga gluten -ni trazas no obligatoriamente declarables según la legislación actual-; tienen que establecer métodos para evitar la contaminación cruzada de los alimentos, que puede producirse cuando se cocina en el mismo espacio o con los mismos utensilios la comida que contiene gluten y la que no.

Muchos restaurantes no tienen toda la información necesaria sobre estos métodos de cocina, por lo que es interesante que se inicien a aprender ya sea por iniciativa propia o ajena. La celiaquía es una enfermedad, no una moda, y me siento orgullosa de vivir en un sitio donde se promueve que cada vez haya más oferta de alternativas para la gente que la padece.