En los últimos cuatro años ha habido unos cambios en la programación de verano que ha sido de una gran variedad y aumento de calidad con respecto a la habitual. La programación veraniega creo que, en un principio, tenía una función que es entretener y divertir a la ciudadanía de Pamplona que, por diversos motivos, no sale de Pamplona o retorna de sus vacaciones. Últimamente se ha transformado también la programación turística, lo cual en sí mismo no es malo, pero he observado que en los dos últimos años (y este también) la mayoría de los eventos que se celebraban por la tarde en la Ciudadela y en la plaza San José se suspenden en la tercera semana de agosto, cuando hay mucha gente de vacaciones, que creo que coincide con el comienzo del otro festival privado, que tiene mucho éxito y arraigo, pero que no deberían de ser incompatibles entre sí porque son públicos que a veces pueden coincidir, pero que son diversos. Además, en uno de ellos, los espectáculos por la tarde son de pago y en el otro gratuitos. Quisiera que la programación cultural, festiva y veraniega se mantuviera como mínimo durante el mes de agosto y la primera semana de septiembre, sin perjuicio de la existencia de otras iniciativas privadas que pudiera haber.