Acaba de llegar a mis manos casualmente el ejemplar 211 de la revista Saber Vivir. En la misma aparece el siguiente artículo: Efecto preventivo, más carriles bici menos muerte. Si las ciudades europeas ampliaran sus carriles bici se podrían evitar 10.000 muertes prematuras al año. Es la conclusión a la que han llegado los investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona tras estudiar 167 urbes. Una de cada cuatro personas usaría la bici y los beneficios serían mayores que los riesgos ocasionados por la contaminación y los accidentes. Conclusión: necesitamos muchos más carriles bici en Iruñea. Al final la ciencia siempre da la razón al que la posee.