La disolución del Parlamento y el fin de la Legislatura han traído no sólo balances de lo ocurrido en estos cuatros años en Navarra, análisis de los errores y aciertos del Gobierno y de los grupos de la oposición, también ha puesto final a largos años de dedicación a la política navarra de algunos de sus principales protagonistas en las últimas décadas. Se van dirigentes históricos: Sayas, Catalán o García Adanero en UPN -aunque los tres tratarán de conseguir acomodo en el Congreso o el Senado-, Patxi Leuza o Virginia Alemán de Geroa Bai, Asun Fernández de Garaialde de EH Bildu, Ana Beltrán del PP -también con la mirada en Madrid- o José Miguel Nuin, de I-E, entre otros. Más de la mitad de los actuales 50 parlamentarios no continuarán desde mayo en la Cámara foral. Unos volverán a su actividad profesional, otros se jubilarán al amparo de la pensión y otros más seguirán activos en un segundo plano político. A estos se les verá en más de un caso moviéndose entre bambalinas. Intrigar para intentar controlar a sus sucesores. Resistirse a dejar el mando convencidos de que sin su aportación el rumbo se perderá. Es humano esto. Más en política. Nadie sabe muy bien qué tiene la política que cuesta tanto a tantos dejarla definitivamente. Pero la retirada definitiva o a un segundo plano de esos nombres ya anuncia otro relevo generacional. Nuevas personas asumen sus responsabilidades y con ellas nuevas ideas, actitudes y modos de entender la Navarra actual. Un primer síntoma de otro tiempo y de otras políticas. De un pasado que comenzó a cerrarse en Navarra en 2015 y de un presente distinto que ya ha llegado y que mira al futuro que se avecina. Ha sido una Legislatura fructífera en la aprobación legislativa de leyes y también en el ámbito social y económico. Con luces y sombras, como siempre en política, las primeras superan por mucho a las segundas. Navarra ha avanzado estos cuatro años, cogido aire y salido del pozo de incertidumbre financiera en que la postraron los ocho años anteriores de UPN en el Gobierno. Que siga siendo para mejor, sin mirar hacia atrás.