El nuevo camino que hoy se abre en Navarra viene a ser un punto y seguido en una historia ya iniciada. El discurso de investidura de María Chivite, que hoy será la nueva presidenta del Ejecutivo Foral, sigue la senda de la política de progreso, igualdad, justicia social y convivencia iniciada hace cuatro años con el Gobierno del cambio. Antes y ahora ha sido y será necesario para la acción política el acuerdo entre diferentes, el esfuerzo por restar lo que divide y sumar lo que une, y tanto en uno como en otro fue y será imprescindible el diálogo entre todas las fuerzas políticas, algo que tristemente no ha ocurrido hasta hoy, para demostrar que se apuesta por la política para las personas y que los ciudadanos y ciudadanas están por encima de los intereses partidistas como prioridad en cualquier toma de decisión política futura. María Chivite toma un relevo complejo, será la tercera mujer en asumir la presidencia del Gobierno de Navarra tras Barcina y Barkos, la más joven de las tres, y la que cuenta con un resultado más incierto a la hora de conseguir mayorías. No le queda otra para ganarse la confianza necesaria y mantenerse en el cargo que el diálogo como herramienta principal, el mismo diálogo que se exige en Madrid y en Catalunya y sin el cual la acción política se desvirtúa. Se abre un nuevo tiempo político sí, pero con la misma responsabilidad de seguir construyendo una Navarra plural y progresista.