La verdad es que no sé muy bien por qué, pero me ronda la impresión personal de que merece la pena echar a andar por las hojas del calendario de esté recién estrenado 2020 con optimismo. Pensando un poco al aire de lo que puede venir estos próximos 12 meses, veo que hay más razones para mejorar que para empeorar. Es cierto que empeorar lo que ya está mal parece difícil, pero la realidad indica que todo lo que ya está mal es susceptible de empeorar aún más. Confío en que este 2020 ese principio pesimista no se cumplirá. Sólo el ruido de la política embarrada por las derechas en una constante estrategia de provocación y manipulación puede ensombrecer esa sensación de optimismo a la que me he apuntado ahora que se agotan las fiestas de invierno, las Navidades. El último ejemplo de esa política tóxica que invade los medios, las tertulias y el debate diario ha sido la metedura de pata de Esparza al arremeter con dureza contra el traspaso de la transferencia de Tráfico a Navarra. Para cuando quiso darse cuenta del error de su postura actual, que choca de frente con la posición que mantenido históricamente UPN en esta cuestión, la hemeroteca ya se le había echado encima dejando en evidencia lo ridículo y falso de su discurso alarmista sobre la supuesta expulsión de la Guardia Civil de Navarra. Son esas actitudes extremistas y exaltadas las que empañan una realidad social y política mucho más normalizada, tranquila y positiva. Hay un estado de la política actual que saca lo peor de cada uno de quienes permanecen instalados en él. Pero también en esto me veo optimista. Es un camino para intentar lograr lo que no les dieron las urnas sin recorrido, que, antes o después, se agotará en sí mismo. Engordará aún más la ultraderecha, posiblemente también en Navarra, pero poco más. Creo que la sociedad en su gran mayoría es mucho más madura democráticamente que lo reflejan los altos dirigentes de importantes instituciones, los políticos ensimismados en rumiar constantemente sus fracasos y las elites empresariales y financieras. Y sabrá transcurrir por este 2020 al margen de esa política construida de falsedades, insultos, cada vez más soeces, e ignorancia extrema. Que los días del calendario de este año nuevo sean propicios. Ánimo, salud y un poco de suerte.