o creo que a García Adanero, portavoz de Navarra Suma en el debate de la moción de censura de Vox en el Congreso y diputado de UPN, se le fuera la lengua cuando, en su intervención, destacó las "bastantes cosas que tienen en común para ponerse de acuerdo" ambas formaciones, en referencia al grupo ultraderechista. García Adanero confirmó el voto en contra a la moción de Vox que ya había anunciado Esparza desde Navarra, pero adornó ese rechazo con un discurso plagado de guiños a Abascal y su tropa. El portavoz de Navarra Suma fue el único de todo el Hemiciclo que mantuvo esa actitud condescendiente con el discurso extremista, bronco y plagado de insultos y descalificaciones de Abascal. Insisto, no creo que fuera un traspié dialéctico ni una equivocación. Más bien una estrategia consciente de acercamiento a Vox por parte de Navarra Suma. Bueno, en realidad, de UPN, ya que sus socios en esa estrambótica coalición volvieron a discrepar en este asunto -como en tantos otros ya- y mantuvieron las distancias y duras críticas con la ultraderecha. Casado con el PP arremetió con dureza contra Vox y Abascal y dejó aún más en evidencia y soledad el discurso de García Adanero. Al igual que Ciudadanos. No sé si el discurso blando y casi simpaticón con Vox que escenificó García Adanero tiene el aval político de Esparza y de la actual dirección de UPN, pero es evidente que está muy lejos de las posiciones políticas de la inmensa mayoría de la sociedad navarra. Y tampoco es nuevo. García Adanero y su compañero Sergio Sayas ya han protagonizado estridentes y absurdas intervenciones en el Congreso antes. Casi siempre trasladando una imagen política penosa, virulenta y extremista de Navarra que poco tiene que ver con la realidad de esta tierra y que sólo han servido para cosechar los aplausos y vítores de la bancada de ultraderecha y las felicitaciones de los sectores y cuentas más ultras de las redes sociales. Es su único bagaje en este año de diputados. Nada mínimamente serio y efectivo para los intereses de Navarra. Una cosa es tener que competir con la diputada del PP Ana Beltrán por ver quién protagoniza la mayor boutade mediática y otra dar el paso adelante de situar a UPN y a sus votantes cerca de las ideas de Vox en Madrid. Un ejercicio de complicidad sin ninguna utilidad para Navarra ni para los intereses y estrategia de UPN. Reconozco que esa competición con Beltrán exige mucho, pero no creo que ni UPN, ni sus electores, ni la imagen de Navarra se merezcan la complicidad que exhibió García Adanero con la patochada que ha organizado Abascal en el Congreso esta semana. ¿Muchos puntos en común con un discurso machista, racista, excluyente, antieuropeo y ultra que tan solo contribuye a crispar y oscurecer aún más la ya deteriorada política española? Otro inmenso error que condenará a Navarra Suma a seguir deambulando por las pasillos del Congreso hacia el mismo ningún sitio político en el que lleva ya mucho tiempo.