a pandemia sigue avanzando, con datos alarmantes y medidas para tratar de contenerlos. Avanza en Navarra, con menor incidencia que en el resto del Estado, y avanza en todo el mundo. Esto quiere decir que las medidas aplicadas en los distintos países, centradas en la necesidad de reducir la interacción social, son, aquí y en el resto, las que se contemplan, según los expertos, como la herramienta útil para tratar de frenar el virus sin llegar al límite del confinamiento. Sin embargo, hasta la fecha ninguno ha dado con la fórmula exacta, con el equilibrio entre limitaciones y vida, entre salud y economía. Medidas que no son fáciles ni de tomar ni de cumplir. Se sigue probando. Tanteando. Abriendo y cerrando. Acotando y dando margen. Subiendo y bajando, pero avanzando. Sabiendo más cada día, con aciertos y errores. Tratando de acertar, porque lo peor de todo sigue cayendo en el lado de las personas, en quienes fallecen, en quienes acaban ingresadas en la UCI, en los que arrastran secuelas de la enfermedad y también en todos aquellos a los que la crisis del covid-19 les está llevando a una crisis económica y vital. Pero hay que entender que sanitariamente solo hay un camino, el de preservar la salud por encima de todo precisamente para que el resto funcione. Lo demás no sería entendible. Y claro que es duro, porque ninguna medida es fácil.