el proceso de escolarización siempre acarrea incertidumbre y nerviosismo entre los nuevos padres y madres: ¿a qué centro llevaré a mis hijos?, ¿qué modelo?, ¿qué programa educativo?, ¿público o privado?

En este sentido, el Departamento de Educación debería facilitarnos la decisión, asignándonos un colegio público de referencia. Salvo en el caso de Artica. Aquí comienza pues una gran discriminación, ya que pese a ser un único pueblo, se empeñan en dividirlo en dos: Artica y Nuevo Artica. Que quede claro, el municipio de Nuevo Artica no existe. Todos somos Artica.

Es así como se complica todo. Nuestros vecinos (a igualdad de condiciones) de Artica pueblo, tienen dos centros de referencia: para el modelo A, el colegio de Doña Mayor de Pamplona (situado en Ezkaba, Pamplona); mientras que para el modelo D, el colegio de Ezkaba (situado en Ansoáin). Estos alumnos de Artica pueblo tienen el derecho a ser alumnos transportados, ya que tienen la dificultad de cruzar la vía de alta densidad (la ronda norte). Por tanto se les da derecho a comedor y transporte subvencionados. Hasta ahí todo lógico y normal.

Pero llegan los queridos vecinos de Nuevo Artica (volvemos a recalcar que este municipio no existe y que todos somos Artica): no tienen colegio de referencia. Durante muchos años, estos vecinos pelearon su derecho a transporte y en 2015 adquirieron un compromiso con el gobierno para que los alumnos de Nuevo Artica fuesen transportados hasta Doña Mayor y Ezkaba, aunque sin derecho a comedor (porque no tenían consideración de alumnos transportados). Se aceptó esta solución/parche mientras se solucionaba el nuevo mapa escolar que Educación estaba componiendo.

Los nuevos alumnos de los cursos 2015-2016 y 2016-2017 se beneficiaron de este acuerdo,

completando las plazas vacantes en los autobuses para ser transportados al colegio.

No obstante, este año, cuando se realizaron las matriculaciones del nuevo alumnado para el curso 2017-2018, a estas familias se les comunicó que el transporte ya no iba a estar disponible para todos los alumnos de Nuevo Artica que comenzaron después de 2015. Así, con carácter retroactivo y sin posibilidad de negociación, dejan a 31 niños en una situación de total desamparo.

Dentro de un mismo pueblo, ¿somos menos que nuestros vecinos de Artica pueblo? Repito: solo existe un Artica. Con las mismas dificultades en cuanto a vías de alta densidad para el trayecto a los colegios de Mendialdea, Patxi Larrainzar, Ezkaba o Doña Mayor. Entonces alguien dirá: pues iros al colegio público de Buztintxuri y no necesitaréis transporte.

Aquí viene el otro quid de la cuestión. No nos corresponde Buztintxuri, ni ningún colegio.

Tradicionalmente el colegio de referencia para Artica pueblo en modelo D fue Ezkaba; Doña Mayor y Buztintxuri no existían, como tampoco existía la zona de Nuevo Artica. Así que nuestros queridos padres que tenían que decidir en qué colegio público inscribir a sus hijos, comenzaron a llamar a Educación para ver en qué colegio debían presentar su solicitud. Algunos presentaron solicitud en Buztintxuri, pero se quedaron fuera y los mandaron a Ezkaba; otros se inscribieron en Ezkaba porque era el único centro que les otorgaba algún punto por compartir código postal (este baremo cambió para el curso 2017-2018), otros se inscribieron en Doña Mayor, porque cuando se creó dicho colegio se especificó que acogería alumnos de varios municipios, entre ellos, Artica y, con mención particular, a Nuevo Artica. Es decir, los niños o niñas de Nuevo Artica no conseguían la máxima puntuación para ninguno de los centros mencionados. Estos niños no han tenido la mismas oportunidades ni derechos al acceso de una educación pública que en el resto de los municipios.

Por tanto y volviendo al punto anterior, ¿dentro del mismo ayuntamiento o concejo, tenemos menos derechos que nuestros vecinos? ¿Es posible que en un mismo edificio pueda haber alumnos con derecho a transporte y comedor, alumnos con compromiso de transporte, alumnos sin derecho y alumnos con hermanos en los que uno tiene derecho pero su hermano no? ¿esto no es una injusticia? Educación no nos dará una respuesta hasta el 1 de septiembre. Cuando nuestros hijos comiencen las clases el día 6 de dicho mes, ¿qué será de ellos?, ¿nos veremos condenados a trasladarlos a todos en coche?, ¿cuántos padres-trabajadores podrán afrontar ésta situación?, ¿nos veremos condenados a una modificación (quien pueda permitírsela) de nuestro horario laboral?, ¿está preparado el Ayuntamiento de Ansoáin y Ezkaba para recibir ese flujo de transporte particular? Nosotros pensamos que la solución hay que buscarla hoy. Y pedimos:

1- Que se otorgue un centro público de referencia a Artica en igualdad de condiciones para todos sus vecinos. Que de una vez por todas, dejemos de ser unos ciudadanos de segunda, unos marginados, unos parias, que han sido utilizados año tras año, como moneda de cambio. Y que se nos otorguen ya los derechos de escolarización que como habitantes de Artica nos corresponden.

2- Que el Gobierno de Navarra, junto con el Ayuntamiento de Berrioplano y el Concejo de Artica, ofrezcan al alumnado escolarizado una solución mediante la cual puedan acceder al servicio de transporte. Que los acuerdos ahora vigentes se hagan extensibles a las familias que han quedado fuera de consideración. Todos somos uno, y esta discriminación no es admisible en ningún caso. Y estamos aquí para hacernos oír, pero también para escuchar.

Podemos concluir pues que ante la ley, como ciudadanos, nuestras obligaciones son las mismas; por tanto, deberían serlo también nuestros derechos. Por una educación pública igual para todos.

Firman este artículo: Mª Teresa Balda Goñi, Ricardo Orrio Lacunza, Amaia Elkano Telletxea, Aranzazu Nuin Zufía, Maider Gil Pérez, Patricia Saez Coronado, Laura Larrainzar Iriarte, Alejandro Moro, Arturo Labiano Boutens, Beatriz Villarroya González, Yolanda Lander Igal, Roberto Ardanaz Espronceda, Josune Aznárez Alkat y Marina Escudero Apesteguía