aunque aprovecho para expresar mi felicitación al Departamento de Salud por el acuerdo alcanzado con SMN, el motivo de hacer públicas estas reflexiones es que me siento en la obligación de poner en valor el trabajo, la profesionalidad y el buen hacer demostrado por el extraordinario equipo que dirigí la legislatura pasada al frente del Departamento de Salud (mención especial para el doctor Luis Gabilondo, director general de Salud). Un trabajo ejecutado en otros muchos asuntos y también en éste encaminado a solucionar el conflicto promovido por el SMN y que, al leer las declaraciones y noticias relativas al acuerdo, se olvida dando la impresión de que poco o nada se hizo en la pasada legislatura, lo cual es absolutamente incierto. Decir que los puntos de este acuerdo estaban mayoritariamente recogidos en una propuesta enviada por el Departamento al SMN en mayo; algunos, sin llegar a profundizar en ellos puesto que el SMN la consideró como ofensiva, pero otros muchos son copia literal o idénticos conceptualmente; incluso algunas de las medidas ahora recogidas ya se aplicaron en la legislatura pasada (retrasar la edad de jubilación o establecer un límite de TIS por facultativo en Atención Primaria).

Además de los ya mencionados, ya se recogían los relativos a plazas de difícil cobertura, incrementar plazas de médicos de AP, tiempos de asistencia, retribución de guardias en días especiales, compensación por exceso de TIS, medidas relativas a la OPE, exención de guardias a mayores de 55 años, los relativos a permisos y excedencias (copia literal), etcétera. Y en relación con las medidas para mejorar las retribuciones el acuerdo, no recoge más que el compromiso ofrecido en la anterior legislatura (realizar gestiones en otras instancias); no puede ser de otro modo ya que el Departamento de Salud “no tiene atribuciones ni competencias y está limitado por la legislación estatal”.

El SMN ha firmado un acuerdo concerniente fundamentalmente a AP, que obvia el inaceptable incremento retributivo que reclamaba. Sólo por el momento se olvida de casi todas las reivindicaciones económicas, fundamentales hasta ahora para convocar y mantener la huelga.

En el primer párrafo del acuerdo firmado dice “ ?busca una mejora en las condiciones laborales del personal facultativo” y en el punto 4º, haciendo referencia al exceso de TIS, determina “se procederá a establecer el siguiente mecanismo de compensación, teniendo siempre en cuenta la opción que mas beneficie al profesional”. Tales objetivos deberían preocuparnos porque es como si SMN y Departamento se hubiesen olvidado de que el objetivo principal de la atención sanitaria es la ciudadanía; ¿no sería obligado decir que la opción será la que más beneficie al paciente?

Felicitar al SMN por la habilidad demostrada para orientar la decisión de la asamblea a favor de este acuerdo “vendiéndolo” como positivo cuando en mayo pasado se presentó como “ofensivo”, impidiendo así su firma. Algunos compañeros ahora consideran un acuerdo justo, entonces lo interpretaron “intolerable”; la información dada a la asamblea debió ser radicalmente distinta. El momento era diferente y en mayo el SMN no quería desconvocar la huelga por la proximidad de elecciones sindicales y autonómicas, a las que convenía llegar manteniendo el conflicto por motivos sindicales y políticos; poco parecía importarles las mejoras organizativas que se les ofertaron.

Este acuerdo debemos tomarlo con cautela por el Departamento de Salud. No parece existir un cambio real de actitud por parte del SMN ya que no han desconvocado una próxima jornada de huelga.

El SMN no ha conseguido lo que consideraba irrenunciable: aumento un 14% de todas las retribuciones, complemento de exclusividad se tenga o no dedicación exclusiva, o las últimas reivindicaciones igualmente injustificadas e insolidarias, como el aumento lineal de 14.000 euros/año a todos los médicos fuese cual fuese su nivel retributivo (supondría al erario público un incremento en torno a los 28 millones anuales). Quizás la ciudadanía estaría dispuesta a pagar más impuestos para aumentar retribuciones a los profesionales que realmente merecen cobrar más pero, ¿cree el SMN que estaría dispuesta a pagar más impuestos para abonar a todos los profesionales 14.000 euros/año si supiese lo que algunos perciben?

Con estas afirmaciones no estoy en contra del colectivo médico, que cumple con su trabajo con gran dedicación y profesionalidad; tampoco podría estarlo porque ante todo soy médico, compañero, y amigo de muchos de ellos. Estas reflexiones van dirigidas a manifestar la desconfianza que me genera el SMN; desconfianza que comparten gran número de profesionales, y por ello representa a un escaso porcentaje de los mismos.

La actitud del SMN es opuesta a la de compromiso, solidaridad, dedicación, esfuerzo, profesionalidad, etcétera, que día a día demuestran tener médicos y médicas al servicio de los pacientes, y que comprenden y padecen las dificultades de la administración para contratar profesionales. Para ellos mi máximo respeto, consideración y apoyo.

Existe riesgo de que el Departamento de Salud ceda a la presión a la que lo someterá el SMN para conseguir sus reivindicaciones. Las futuras negociaciones deben desarrollarse con transparencia e información a la ciudadanía. Haciéndolo de esta forma, el Departamento de Salud puede encontrar en ella a su mejor aliada.

Son previsibles respuestas por parte del SMN o de profesionales afines. No es mi intención entrar en un cruce de opiniones subjetivas contrapuestas de unos y otros. La subjetividad sólo induce a desinformación y a confusión. Los hechos aquí aportados son, fundamentalmente, hechos objetivables y recogidos en hemeroteca.

El autor es exconsejero de Salud del Gobierno de Navarra, doctor en Medicina y Cirugía y especialista en Cirugía General y Aparato Digestivo y Senólogo